El ex fiscal de Azcapotzalco, Diego Flores Mejía, justificó la actuación del Ministerio Público en el caso de un robo agravado, cuyo sospechoso pasó dos meses y medio en prisión hasta que un segundo Juez de Control determinó que eran insuficientes las pruebas para procesar a Jorge Eduardo Martínez Leyva, por lo que le otorgó libertad.
La defensa del joven estudiante de 18 años de edad, expuso en entrevista que las autoridades ministeriales encabezadas por Flores Mejía, “fabricaron un culpable” con pruebas que tendían a desvanecerse por la falta de rigor en su investigación.
Al respecto, el ahora titular de la Fiscalía de Benito Juárez, reconoció que es insuficiente el paso de las 48 horas que otorga la Constitución para determinar la posible responsabilidad de un implicado.
En consecuencia, el Ministerio Público ejerció acción penal con base en las declaraciones del afectado y con los videos que obtuvo del Centro de Control y Comando C5.
Pese a que el primer juzgador impuso el auto de vinculación a proceso y la prisión preventiva justificada a Jorge Eduardo, la defensa solicitó el recurso de sobreseimiento, el cual le fue negado una primera vez y en la segunda, el caso tomó sentido contrario y se vino abajo la acusación, reconoció el fiscal Flores Mejía.
“Por lo que hace a la Fiscalía de Azcapotzalco se envió esa carpeta al área de estrategias procesales que depende de la subprocuraduría de procesos y es que ya con la secuencia fotográfica tengo el dato de que el Ministerio Público solicitó la audiencia de sobreseimiento por falta de datos de prueba la cual fue concedida por el juez, pero fue hasta que el Ministerio Público lo pidió”, afirmó.
En noviembre pasado Jorge Eduardo Martínez fue detenido por su supuesta participaron en el robo de una nómina en Azcapotzalco. El afectado, mencionó que el sospechoso huyó en una motocicleta y posteriormente abordó una camioneta Rav4 Toyota en color rojo y solicitó apoyo al C5.
El operador dio seguimiento a través de las cámaras y ubicó una camioneta con características similares, pero en color y modelo distinto.
Tal situación, no se aclaró en el plazo de las 48 horas después de la detención y permitió al Ministerio Público solicitar al juez audiencia de control y la vinculación a proceso, así como la prisión preventiva del imputado.
Posteriormente cuando se obtuvo la secuencia fotográfica de las imágenes, estas demostraron lo contrario a la acusación de la PGJ capitalina.
“Lo que estamos tratando de hacer en lo subsecuente es tener mucho cuidado con esas puestas para que no se den este tipo de situaciones…–¿pero mientras se fue un inocente a la cárcel?- inocente hasta la fecha porque no tuvo una sentencia que lo declarara como culpable, siempre mantuvo la calidad de probable”, aseguró el fiscal Diego Flores.
La defensa sostuvo que hubo una deficiente actuación ministerial al tiempo en que se trató de justificar una detención con pruebas endebles y un respectivo ejercicio de la acción penal.
@amarilloalarcon