El candidato independiente a la Presidencia de la República, Jaime Rodríguez, se pronunció a favor de mantener las reformas energética y educativa, porque el país las necesita.
Ante estudiantes del TEC de Monterrey que cuestionaron su desempeño en el gobierno de Nuevo León, subrayó que la ley educativa debe devolver la autoridad y el poder a los maestros de disciplinar y de, literalmente, “estirarle la oreja al chamaco”.
Dio su opinión sobre los otros candidatos y su postura ante temas polémicos como su propuesta de “Ley Mocha Manos”, el aborto, la eutanasia, la pena de muerte y la legalización de las drogas.
“El Bronco” defendió sus dichos sobre cortarle la mano a los funcionarios corruptos. Aseveró que si no fuera candidato votaría por Margarita y si gana, no invitaría a su gabinete Anaya, a López Obrador ni a Meade.
En una larga presentación en que por momento fue bombardeado con preguntas de su audiencia en el TEC, destacó que la idea de “mochar” las manos de gobernantes corruptos ha generado muchas reacciones, tantas que ha recibido más de 120 mil mensajes de WhatsApp, que está en vías de responder.
En ese foro, arremetió de nueva cuenta contra los partidos, por gastarse el dinero que los ciudadanos aportan con sus impuestos en millones de spots electorales.
Al bromear con las “cualidades” de los contendientes por la Presidencia, Rodríguez Calderón señaló que a su consideración, la única bondad de Ricardo Anaya es hablar francés; de José Antonio Meade que fue buen secretario de Hacienda, pero no lo invitaría a su gabinete.
La cualidad de Andrés Manuel López Obrador es que ya fue “Presidente legítimo”; y de Margarita Zavala, que conoce bien al país y sería la única candidata por la que él votaría, de no estar en la búsqueda de la Primera Magistratura, dijo.
Tras reconocer que incumplió algunas promesas durante su gobierno en Nuevo León, como no culminarlo, el aspirante independiente enfatizó que impulsará su idea de crear un “Consejo México”, al que convocará a expertos para recibir y analizar las propuestas de acción que hagan los ciudadanos, con el fin de conducir adecuadamente al país.
En ese marco, habló nuevamente de que desaparecería la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y las delegaciones federales en los estados.
Indicó que piensa reactivar la economía mexicana reduciendo el IVA, el Impuesto Sobre la Renta y bajando los impuestos a las gasolinas.
Para resolver los problemas de los estados más pobres y si llega a Presidente, adelantó que viviría por temporadas en los estados con mayor rezago, empezando por Oaxaca, Chiapas, Guerrero y el resto del sureste.
Manifestó que México no debe depender solo del Tratado de Libre Comercio (TLC), sino establecer acuerdos comerciales con China, Corea e India.
Si es Presidente, tampoco viviría en la Residencia Oficial de Los Pinos, lugar que quedaría abierto para “la raza”, porque el Primer Mandatario bien puede gobernar “por teléfono” o en una oficina virtual, lanzó.
Insistió en justificar la “Ley Mocha Manos” al aseverar que si es violatoria de derechos humanos y de la Constitución, robar también lo es y ese delito se comete en todo el país.
Aseveró que pese a la polémica “no se raja” e indicó que en una o dos semanas presentará el proyecto de reforma al artículo 22 constitucional, el cual está preparando su equipo de colaboradores.
El fin, dijo, es que los delincuentes y funcionarios corruptos que atemorizan a los mexicanos, sean quienes le teman a la ley.
Respecto a la relación México-Estados Unidos, indicó que hay que hablar con el Presidente Donald Trump “de tú a tú”, sin que mande al yerno.
A Trump, dijo, hay que quitarle el enojo con nosotros dialogando, ofrecerle un tequila o lo que quiera beber.
Sobre su futuro en la elección, recalcó que 60 millones de mexicanos no han decidido por quién van a votar, de modo que hay que ir por ellos.
De los 25 millones que ya decidieron, el 25 por ciento van con “ya saben quién”, bromeó.
Aclaro que su deseo no es eliminar a los partidos, pero hay que quitarlos del poder y arrebatarles el financiamiento público, porque se puede hacer campaña sin dinero público.
En una ronda de preguntas relámpago, “El Bronco” no descartó valorar la viabilidad de la pena de muerte; se declaró a favor de la eutanasia; rechazó por completo la legalización de las drogas; y en asuntos como el matrimonio igualitario, arrancó aplausos al decir que “cada quien se casa con quien quiere”.
Sucedió lo mismo cuando afirmó que en el tema del aborto, la mujer debe decidir sobre su propio cuerpo.
El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) sigue adelante; y ni pensar en la amnistía a delincuentes, abundo.