Al abrir los trabajos de la XIII Reunión Ordinaria de la Asamblea General de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, señaló que la implementación exitosa de las transformaciones en el aprendizaje, “no se puede realizar de la noche a la mañana, demanda consistencia en el tiempo y la construcción progresiva de capacidades”.
Las reformas en materia educativa, agregó el funcionario mexicano, “trascienden los tiempos políticos de una administración y necesita persistencia en su implementación”.
México ha emprendido una reforma sistémica y estructural que va desde la creación del servicio profesional docente hasta la puesta en marcha de un nuevo modelo educativo. Pero, agregó, “las reformas educativas requieren convertirse en una política de Estado. Necesitan el tiempo y el apoyo de los principales actores públicos y privados” y, enfatizó, “exigen ser defendidas ante las coyunturas políticas o electorales”.
El titular de la SEP apuntó que “las reformas pueden ser fuente de conflictos, ya que afectan intereses creados dentro del sistema educativo.
Algunos países no tendrán más alternativa que reasignar recursos financieros entre niveles del sistema para atender áreas prioritarias (por ejemplo, la educación preescolar) que deben expandirse sin demora. Mejorar la eficiencia en el uso de recursos requiere eliminar instancias de malgasto que lamentablemente benefician a ciertos actores dentro y fuera del sistema educativo”, señaló.
En esta XIII Reunión Ordinaria en la SEP, la Asamblea General de la OEI abordará algunos de los asuntos más críticos para la región, como los avances y dificultades para la política educativas; la desigualdad en el acceso a oportunidades educativas entre niñas y niños; las tasas de deserción escolar; los éxitos y retos en el combate al analfabetismo, y los desafíos en la instrumentación de reformas educativas de gran calado para garantizar la calidad en el aprendizaje.
Si bien hay avances significativos en la educación primaria y secundaria baja, los tres grandes pendientes están en la educación inicial, preescolar y secundaria alta, consideró Granados ante sus pares en Iberoamérica.
La cobertura en Educación Inicial presenta avances todavía lentos en la región, por debajo del 50%, y en la educación preescolar, la media en la regional es de 64%.
En cuanto a la eficiencia terminal, la tasa regional en secundaria alta es del 61%, en contraste con el 94% en educación primaria y 88% en secundaria baja. Estas cifras revelan que los esfuerzos de los países iberoamericanos deberán concentrarse en implementar políticas educativas tendientes a que más adolescentes continúen y culminen sus estudios.
Toda discusión sobre avances y retos en la educación debe estar acompañada de una reflexión sobre la economía política de nuestros sistemas educativos. De acuerdo con la OCDE, entre 2005 y 2017, en al menos seis países de la región, gran parte del gasto en educación, desde la primaria hasta el nivel terciario, se destina al gasto corriente, detalló el secretario Granados.
El promedio para los países de la OCDE es del 91%. Esto implica que el porcentaje de recursos destinado a mayores inversiones educativas en equipamiento, formación docente, tecnologías o nuevos materiales e innovaciones pedagógicas es aún reducido, finalizó.