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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subraya la importancia de que se ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) –como lo solicitó durante la presentación del Informe Anual de Actividades 2017 este Organismo Nacional ante el Ejecutivo Federal, para evitar que más de 2.3 millones de personas trabajadoras domésticas remuneradas queden sin la posibilidad de ejercer sus derechos fundamentales.
La CNDH apremia a que este compromiso internacional sea asumido urgentemente, y mejoren las condiciones de trabajo, vida, y se brinden oportunidades de desarrollo para las mujeres, hombres, niñas y niños que realizan esa labor.
También expresa su solidaridad con este sector poblacional y laboral, y manifiesta una vez más su preocupación por la tardanza del Estado mexicano para ratificar ese precepto laboral internacional –pendiente desde el 31 de marzo de 2014—, por las condiciones de precariedad que enfrentan las y los trabajadores del hogar, de manera muy especial a escasos días de que concluya la LXIII Legislatura.
La población ocupada en México representa más de 49.8 millones de personas, de las cuales 4.7% (2.3 millones) son personas trabajadoras domésticas remuneradas, de las cuales los más representativos son los “empleados domésticos” que realizan quehaceres de limpieza en casas particulares y otras actividades complementarias. Este grupo constituye el 83.9% del universo de las y los trabajadores domésticos remunerados y suma 1.9 millones de personas.
El trabajo doméstico remunerado es realizado básicamente por mujeres, 95 de cada 100 empleados de esa actividad son mujeres, y de ellas, 85.8% realizan tareas de limpieza en hogares particulares, 8.2% son cuidadoras de personas y 5.0% son lavanderas y/o planchadoras. Los hombres trabajadores domésticos Son más de 121 mil; 49.3% en labores de limpieza y 45.4% como choferes en casas particulares.