Los problemas durante el embarazo como preeclampsia, desnutrición, obesidad materna, diabetes o de placenta, pueden modificar el metabolismo del bebé, con el consecuente riesgo de que en el futuro desarrolle obesidad, diabetes mellitus e hipertensión arterial, alertó la responsable de Nutrición Clínica en la Unidad Médico Quirúrgica del Hospital Juárez Centro, Gabriela Chávez Basurto.
Un medio ambiente adverso, ya sea por déficit en el aporte nutrimental o por excesos, altera el proceso de desarrollo normal del embrión, el cual modifica su metabolismo a lo largo de la vida, agregó.
Chávez Basurto dijo que las mamás con desnutrición no tienen una placenta competente para proveer los nutrientes que necesita el producto, por lo que el feto se forma desnutrido y con el paso de los años tiene más posibilidad de desarrollar diabetes.
Asimismo, agregó, una madre con obesidad generalmente tiene exceso de insulina, lo que provoca que su bebé nazca con mayor peso y más grasa que músculo, situación que los lleva a tener mayor masa corporal.
Detalló que la restricción calórica durante la gestación ocasiona bajo nivel de una hormona llamada receptor para la leptina, que colabora en la regulación del hambre y la saciedad.
Estas alteraciones, subrayó, provocan que el bebé coma de más en la vida postnatal inmediata y mayor probabilidad de desarrollar diabetes u obesidad.
Ante esto, recomendó mejorar el estado de salud de las mujeres en edad reproductiva, tomar ácido fólico y no embarazarse durante la adolescencia para evitar los riesgos que conlleva la gestación en esta etapa.