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Tras un par de semanas de protestas de alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), afectados por dificultades con un par de trámites, como el de la llamada “preboleta” para acreditar materias reprobadas y el de cambio de carrera, el Consejo General Consultivo del IPN, informó en un comunicado que ha establecido una serie de “criterios” para “transparentar” la asignación de cambios de carrera.
Las autoridades del IPN notifican que tienen “un listado priorizado” que “determina el corte hasta donde se asignan los cambios”.
Tras la toma de inmuebles por alumnos afectados para demandar respuesta a sus demandas –incluido el edificio de la Secretaría Académica del IPN en las últimas 24 horas; las autoridades del IPN señalan que “las protestas de la Asamblea General Politécnica (AGP), son una forma de presión para que se dé un trato preferencial y se otorgue el cambio de carrera a 60 alumnos que quedaron muy alejados del corte, en perjuicio de los demás solicitantes”.
Los funcionarios politécnicos declaran que “por un principio de equidad y respeto al resto de los estudiantes y a nuestra normatividad, se ha negado la asignación a quien no cumpla con los criterios académicos y de cupo acordados y se continuará respetando lo que la institución tiene establecido en su normatividad”.
Sin embargo, los afectados alegan que “el Instituto Politécnico Nacional (IPN), reconoce que las y los estudiantes tienen las capacidades suficientes para estudiar el nivel superior, ya que lo ha capacitado al interior de sus vocacionales, pero al momento de que los estudiantes solicitan una carrera por la cual fue preparado al interior del IPN, se le niega este hecho”.
Los inconformes señalan que “el proceso de selección muestra el desafortunado destino de la comunidad estudiantil a prepararse en escuelas superiores que, no se relaciona con el proceso de formación previa, en vocacional, así como las opciones que eligieron”.
“Una vez que hay una asignación sin vocación profesional, los cambios de carrera se definen sin criterios transparentes. Los requisitos son opacos, y difusos. La contradicción es que, las y los estudiantes han sido aceptados en el nivel superior que deberían estudiar en la carrera que ellos desean”, explican los jóvenes.
El IPN, apuntan, “no cuenta con una metodología académica para determinar la asignación de carrera respetando la vocación de las y los estudiantes. Tampoco está sustentado en un marco normativo incluyente. Pero aún, el instrumento de evaluación no ofrece perspectivas interdisciplinarias de corte cualitativo y cuantitativo. Esto, es lamentable, sobretodo si se habla de la segunda casa de estudios más importante de México”.
En el proceso de asignación de carrera en el IPN, finalizan los afectados, “existe un criterio de discriminación. Por desgracia, las autoridades nunca han hecho público el método utilizado para la asignación, ya que esto los llevaría a reconocer que no tiene un sustento legal. Este criterio de discriminación, viola la carta magna y derechos humanos suscritos por el Estado mexicano y a este atropello lo sustenta de nueva cuenta el XXXVI Consejo General Consultivo”, concluyen los jóvenes.