Enfilados en las acciones “de lucha” en este 2018 contra las reformas estructurales, en especial la educativa, para “recuperar la educación publica y la estabilidad laboral”, la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aclaró a los partidos políticos que los maestros disidentes “no somos un botín político”.
En un comunicado de la Dirección Política Nacional de la CNTE, señala que “la partidocracia no resuelve los grandes problemas de la nación” y critica “el espaldarazo de Juan Diaz (del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación) a la moribunda reforma educativa con la creación de una secretaria de Servicio Profesional Docente”; así como la posible “iniciativa de ley para un Nuevo Servicio Profesional Docente” que alista el Movimiento de Regeneración Nacional con figuras del gremio magisterial aliadas de la maestra Elba Esther Gordillo.
“Los charros y Obrador van por el voto del magisterio”, expresa el magisterio disidente al recriminar el supuesto voto corporativo para el candidato del partido en el poder y un posible acuerdo de Morena con el Gordillismo que “no convence a la CNTE, puesto que en vez de establecer un decreto que abrogue la reforma educativa, plantea una iniciativa de ley. Obrador le deja la tarea al legislativo”, apuntan.
“La farsa de los charros, no convence a nadie” dicen los maestros disidentes, al exclamar que “la verdadera defensa de la educación y de los derechos laborales la ha dado la CNTE, con el apoyo de los padres de familia y las organizaciones sociales y populares”.
“Convocamos al magisterio nacional a la desobediencia”, llama la CNTE, para “recuperar la esencia del sindicato, tomando en nuestras manos la representación a través de las asambleas”, finaliza la disidencia docente que ha demandado desde está semana la apertura de la Mesa Nacional de Negociación entre los maestros en rebeldía y el gobierno federal.