El suicidio es una de las líneas de investigación de la Procuraduría capitalina, en torno a la muerte de Carlos Bonnin, comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), aunque otras siguen abiertas.
De acuerdo con autoridades capitalinas, los peritajes apuntan a que “no hubo fuerza externa” que haya provocado la caída del funcionario del quinto piso del edifico sede de la institución, ubicado en Insurgentes Sur, alcaldía de Coyacán.
Detallaron que en el análisis de la mecánica de hechos, tampoco se detectó un accidente que haga suponer un tropezón o perdida de equilibrio, ya que la pared perimetral del área para fumadores donde estaba el funcionario lo habrían impedido.
Dijeron que dicha barda perimetral tiene una altura suficiente para impedir la caída del funcionario, además de que cuenta con una marquesina que también hubiera impedido su caída libre.
Los detectives también realizan entrevistas al primer círculo de amistades del comisionado, así como a familiares suyos para allegarse de mayores datos de prueba.
Cabe señalar que luego de la caída del funcionario, policías y rescatistas lo encontraron aún con vida, por lo que fue trasladado de urgencia un hospital privado al sur de la ciudad, donde finalmente falleció a consecuencia de un infarto.
La carpeta de investigación CI-FCY/COY-1/UI-1/CD/04398/11-2018, que inició la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, no fue por lesiones culposas por caída, sino por homicidio por otras causas.
Al expediente se integraron videos de las cámaras de seguridad en los que se observa que el comisionado realizó una llamada telefónica, mientras permanecía en el área para fumar, cerca de las 08:30 horas del lunes pasado.