A inicios de diciembre, iniciarán las licitaciones para elaborar el proyecto ejecutivo de todos los tramos del Tren Maya y para rehabilitar por completo el que va de Mérida a Valladolid, informa el nuevo gobierno en un comunicado.
El Tren Maya, como eje articulador de desarrollo sustentable y abatimiento de la pobreza en el sureste del país, maximizará los beneficios ambientales, sociales y económicos de la región, en concordancia con la administración entrante y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Asimismo, en los primeros días de diciembre, se iniciarán los trabajos de la consulta previa a pueblos originarios. No se iniciará la obra en esos tramos hasta que se tengan dichos estudios y se haya consultado a los pueblos originarios, afirma la próxima administración.
El 16 de diciembre se iniciarán los trabajos preliminares para rehabilitar la vía existente donde existen permisos parciales vigentes expedidos por Semarnat; una vez que haya suficientes avances del proyecto ejecutivo —durante el siguiente año—, se solicitarán las Manifestaciones de Impacto Ambiental.
Los coordinadores del proyecto aseguran que se harán evaluaciones de Impacto Ambiental y se emprenderán medidas de mitigación para garantizar el cuidado del patrimonio natural en la región.
Dichas medidas se evaluarán en su momento con base en los procedimientos y la normatividad vigentes en el país, así como en las mejores prácticas internacionales.
Además, se incorporarán medidas para mejorar la calidad y acceso de los servicios de transporte interurbano en la región, así como para abatir emisiones contaminantes, mitigar el cambio climático, reducir la congestión vial, evitar accidentes a lo largo de su recorrido y asegurar el equilibrio hídrico en su área de influencia, afirma el nuevo gobierno en un comunicado.
Para garantizar la sustentabilidad del proyecto, se pondrá especial atención en evitar cualquier tipo de afectación a las áreas naturales protegidas (ANP) federales y estatales. Adicionalmente, las compensaciones se canalizarán mediante instrumentos de protección o restauración, como las ANP, para asegurar su conservación.
“El Tren Maya tiene como premisa la protección de las áreas naturales protegidas porque son un pilar de la economía, un elemento de identidad y valor nacional, un catalizador de conocimiento comunitario y un laboratorio de casos de éxito de conservación y economía sustentable”, finalizó Rogelio Jiménez Pons, propuesto para dirigir FONATUR y encargado del proyecto Tren Maya.