A la voz de “duro, duro, duro” y “cultura unida jamás será vencida”, desde las 14:43 horas, se instalan en plantón unos 200 trabajadores afectados con descuentos injustificados y retraso en el pago de salarios hasta por más de dos años entre otras presuntas arbitrariedades, en contra de al menos mil de los 6 mil empleados del sector cultura federal.
Los inconformes han ocupado la calle Chihuahua entre Monterrey e Insurgentes y se han colocado en asamblea permanente a la entrada de la oficina de la transición donde en estos momentos despacha el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Los trabajadores amagan con no levantar su protesta hasta no ser atendidos por María Cristina Cepeda y Alejandra Frausto —actual y futura titulares de la Secretaría de Cultura— en demanda no solo de la resolución de demandas sindicales que no han sido atendidas; también rechazan cambiarse a Tlaxcala.
La Secretaría de Cultura será la primera dependencia del próximo gobierno en irse a otra entidad: Tlaxcala. “Nosotros como trabajadores decimos no al traslado a otra entidad sin antes resolver las problemáticas laborales, sin los pagos correspondientes ni condiciones generales de trabajo. No hemos podido avanzar es el respeto irrestricto a los desechos y prestaciones de los trabajadores”, señalan en el debate.
“Sin la garantía de respeto a nuestros derechos laborales, no podemos ni siquiera plantear un traslado a otra entidad. El presidente electo (Andrés Manuel López Obrador), la próxima secretaria de Cultura (Alejandra Frausto). Los trabajadores no somos accesorios a los que nos puedan mandar a otra entidad sin siquiera enseñar un plan de trabajo que diga cuál va a ser la política del próximo gobierno en cultura”.
Los inconformes demandan la instalación inmediata de una mesa para poder abordar primero las problemáticas y después plantear, si hay las posibilidades de que nos podamos trasladar a otro estado.
Pese a la pertinaz lluvia, la protesta de los trabajadores permanece.