El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados, compareció ante el Pleno de la Cámara de Diputados, donde presentó un balance del sector educativo y sin confrontar a los legisladores, en tono conciliador, defendió la reforma educativa.
A los congresistas que, como los integrantes de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) advirtieron que ese ordenamiento será revertido; y con pancartas y al grito de “¡va a caer, va a caer! y ¡ya cayó, la reforma ya cayó!”, sentenciaron que es un fracaso y será enviada a la “basura”, el funcionario federal señaló que el ordenamiento requiere ajustes y modificaciones.
Pero si es derogada, la “semilla” sembrada no dará fruto y si el esfuerzo hecho hasta el momento tiene marcha atrás, rezagos como el analfabetismo y la desigualdad educativa en las distintas regiones del país, no se podrán corregir, advirtió.
“Es que con todos los ajustes, con todas las mejoras, los cambios que sea necesario hacer para mejorar una política de esta naturaleza por el bien de las niñas y de los niños, no se pierda el ritmo”, solicitó.
“Se pueden hacer ajustes, mejorarla, todo proceso de este tipo, complejo, sistémico, es siempre perfeccionable, siempre mejorable, pero ahí hay un tren, una semilla ya sembrada que a mí me parece que va a dar muchos frutos para la educación de México”, abundó.
“Si interrumpimos un esfuerzo de esta naturaleza, a mí me parece que la inequidad que hoy vemos entre el norte, el sur del país, a la distancia en años de escolaridad, los niveles de analfabetismo no se va a corregir, se va a profundizar. Así que insisto, el mensaje es que con todos los cambios, ajustes, perfeccionamientos que se puedan y deban hacer en un proceso de esta naturaleza tan complejo técnicamente, es un esfuerzo que vale la pena seguir, básicamente por el bien de las niñas y los niños de México”, refrendó.
Ante los reiterados señalamientos de los congresistas de la mayoría, respecto a que la reforma educativa más bien fue laboral y punitiva, y por eso será derogada; y las advertencias de que el gobierno saliente y su política educativa están “reprobados”, el secretario Granados Roldán fue claro al afirmar que no se trata de “su reforma”.
Fue producto de los acuerdos políticos del Pacto por México, recalcó.
“No es mi reforma, es una reforma que nación del Pacto por México, es una reforma que votaron, que acordaron, que diseñaron, que formularon los distintos partidos políticos, en particular los que en esos momentos eran los más grandes así que en ese sentido, es una reforma consensada de manera partidista”, dijo textualmente.
También reconoció que la norma requiere ajustes, correcciones y modificaciones; aunado a que no se logró comunicar de manera adecuada sus propósitos.
Lo anterior, al ser cuestionado sobre el gasto excesivo en publicidad que su antecesor, el secretario Aurelio Nuño realizó, y justificó con el argumento de que fue para promover la reforma.
En su mensaje inicial, indicó que los resultados de la reforma ya están a la vista, pues han sido evaluados más de un millón 500 mil maestros, y más de 240 mil profesores ya reciben incentivos por una mejor preparación.
Granados Roldán admitió los claroscuros en la reforma; subrayó que avances innegables, aciertos e insuficiencias; indicó que ha recorrido un largo camino, pero tiene todavía un amplio tramo por avanzar.
La norma ofrece lecciones y áreas de oportunidad; muestra objetivos conseguidos y elementos por ajustar, remarcó.
Subrayó que toda transformación educativa es compleja, y deseó el mejor de los éxitos a la nueva Legislatura, así como al nuevo gobierno, en la hazaña de conducir la educación.