Tras recordar a las 18:10 horas, como hace 50 años, tres luces de bengala irrumpieron en el cielo y con ello dieron bandera de salida a una masacre de estudiantes, maestros y familias a tiro de escopeta en la Plaza de las Tres Culturas. Este martes, al menos 30 mil almas guardaron un minuto de silencio por ausentes y caídos y realizaron un sonoro “pase de lista” de quienes “cayeron en el 68” o murieron “luchando por la verdad y la justicia” como los líderes históricos Tita Avendaño, Alicia Martínez Medrano, Luis Tomás Cabeza de Vaca, Eduardo Valle Espinosa “El Búho”, Roberto Escudero y Florencio Lopez Osuna; al ex rector Javier Barros Sierra; y a los maestros Heberto Castillo, José Revueltas, Fausto Trejo, Eli de Gortari y Raúl Álvarez Garín, se recordó que aún siguen vigentes las demandas del 68.
#2deOctubre Dirigentes del Comité del 68, padres de normalistas, estudiantes y otros, guardan un minuto de silencio por todos los fallecidos hace 50 años en #Tlatelolco pic.twitter.com/GvWpmDZDNO
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 2 de octubre de 2018
Pese a reconocer que el pasado julio ganó la apuesta de 30 millones de mexicanos con Andrés Manuel López Obrador, Felix Hernández Gamundi, líder del viejo Consejo Nacional de Huelga que sostuvo el movimiento del 68, enfatizó que los mexicanos “estamos en el principio, no hemos ganado nada. Las demandas del 68 están vigentes: libertad, democracia y justicia; ninguna de esas tres cosas se han alcanzado”.
Hernández Gamundi también alertó que “cuando atacan a los jóvenes de Ayotzinapa, están atacando a la nación entera. Así lo debemos entender, y así debemos reaccionar. Lo mismo cuando se ataca a unas jovencitas indefensas, todos debemos reaccionar porque están tocando a todos nuestros hijos e hijas.
A decir de autoridades locales, este 2 de octubre “marcharon 30 mil; lo cierto es que la plancha del zócalo estaba atiborrada a la hora de los pronunciamientos y poco después de las 20:00 horas, cuando terminó el mitin, seguían entrando bachilleres y universitarios que se quedaron rezagados tras los desmanes y saqueos de unos 50 encapuchados quienes a grito de “de pasteles popular, tacos popular, refrescos popular” sustrajeron mercancías de tiendas de conveniencia y destrozaron almacenes de ropa.
“Tenemos que aprender a dirigirnos de manera independiente”, resaltó Hernández Gamundi al aclarar que la del 68 “siempre fue una la lucha pacífica”.
“Estamos comprometidos en construir democráticamente a nuestro país. A 50 años de la matanza del 2 de octubre de 1968, la lucha por la democracia, la libertad y la justicia está vigente, sostuvo Hernández Gamundi.
Tras la represión y la matanza de estudiantes de 1971, algunos decidieron luchar clandestinamente en la guerrilla por el cambio en el país; “otros nos fuimos a reproducir la experiencia organizativa del movimiento del 68 en sindicatos y universidades”, dijo el líder estudiantil del 68.
Con la experiencia del 68, el país fue ganando milímetro a milímetro y “fue creciendo el afán de libertad” que se reforzó con la organización ciudadana tras el sismo de 1985, y los fraudes electorales de 1986 y 2006.
“Aprendimos que solamente unidos, los mexicanos seremos capaces de construir un modelo mejor del país. Por esos los últimos resultados electorales, porque la gente votó harta de un modelo que no la representa”, criticó.
En el largo desfile de posicionamientos, se registró el desmayo de una damnificada cuando los afectados por el sismo de septiembre del 2017 demandaban respuestas a instancias gubernamentales; Atenco insistió en su rechazo al nuevo aeropuerto en Texcoco y se dio el pase de lista de los 43 normalistas rurales desaparecidos de Ayotzinapa.
“Nuestros hijos venían a esta marcha, para nosotros el 2 de octubre también es una fecha dolorosa”, dijo Hilda Legideño, mamá de Jorge Tizapa Legideño.
“Tenemos que quitar el muro de la impunidad, somos el único país de América Latina que no ha avanzado a la justicia. Masacre tras masacre sin esclarecimiento, por eso se siguen reeditando los esquemas represivos. Yo creo que si hirviera habido verdad, justicia, reparación y no repetición en el caso del 2 de octubre de 1968, México no tendría el caso de Ayotzinapa. Por eso las víctimas de graves violaciones tenemos que aprovechar el cambio de gobierno para empujar el tema de la justicia transicional”, finalizó el abogado Vidulfo Rosales.