La fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, eligió a los sustitutos de su coordinador parlamentario, César Camacho; y del presidente de la Mesa Directiva, Jorge Carlos Ramírez, quienes ya decidieron buscar nuevos puestos de elección popular, antes que terminar sus respectivos encargos como legisladores.
El nuevo líder priísta en San Lázaro, informó el presidente del partido, Enrique Ochoa, será el diputado mexiquense Carlos Iriarte; mientras que el puesto de presidente de la Cámara, será ocupado por el diputado por Nuevo León, Edgar Romo.
Luego de ser nombrando, el diputado Romo García indicó que se esforzará por propiciar un debate incluyente y plural en la Cámara, tanto en el Pleno como en comisiones, a fin de atender las necesidades del país.
Señaló que los congresistas deben llegar a los acuerdos necesarios, a fin de atender pendientes como el nombramiento del titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“Pues el procedimiento ahí está, creo que fue llevado con mucha pulcritud, falta generar el consenso suficiente en torno a quién podría ser nombrado Auditor Superior de la Federación y ver los perfiles que finalmente en la Comisión se analizaron y la terna en la que se concluyó. Creo que hay un procedimiento muy avanzado que no debe echarse a la basura, sino que por el contrario, debe aprovecharse ese trabajo y ese tiempo que ya se invirtió”, dijo.
Recalcó que ese asunto debe resolverse en el marco de la Junta de Coordinación Política, la cual determinará lo incluye como prioridad en el orden del día de la sesión en que se inaugurarán los trabajos ordinarios del último periodo en la LXIII Legislatura.
Respecto al llamado hecho por organizaciones sociales para que el Legislativo garantice, a través de normas secundarias, que la Procuraduría General de la República (PGR) se convertirá en una Fiscalía General “que sirva”, porque la eliminación del “pase automático” no fue suficiente, el nuevo presidente de la Cámara manifestó que la ciudadanía debe dejar que la Fiscalía “nazca” y opere, para posteriormente enriquecerla.