La Conferencia del Episcopado Mexicano, informó que se han contabilizado mil 850 templos católicos dañados a causa de los sismos del mes de septiembre del 2017, que incluyen catedrales, basílicas, parroquias o iglesias, entre otros, de los cuales, hasta octubre del 2017 mil 603 correspondían a inmuebles históricos de carácter religioso, informó Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM.
En conferencia de prensa, señaló que los templos con daño estructural afectaron a 26 de las 95 Diócesis, lo que representa 27 por ciento: Las Arquidiócesis de Puebla, Antequera, Oaxaca, México, Tuxtla Gutiérrez, Xalapa; las Diócesis de Cuernavaca, Huajuapan de León, Tlaxcala, Tabasco, Tenancingo, Tehuantepec, Chilpancingo-Chilapa, Tehuacán, Toluca , entre otras, son las que registraron daños.
De manera específica se registró daños en 17 catedrales; 4 basílicas; 44 santuarios; 76 conventos y ex conventos; 226 capillas; 31 oficinas o casas parroquiales; 11 espacios de formación como Seminarios; mil 411 parroquias y 30 inmuebles en proceso de identificación.
Miranda Guardiola apuntó además que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su catálogo, logró identificar mil 603 inmuebles considerados históricos de carácter religioso con daños, en 11 estados de la república, entre los que destacan Morelos; Oaxaca, Puebla, Guerrero, Hidalgo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México y Chiapas.
De manera conjunta, la CEM y la Dimensión de Bienes Culturales de la Iglesia (DIBEAS), han trabajado de manera conjunta para apoyar en la reconstrucción de los monumentos históricos dañados.
Finalmente refirió que aun cuando la CEM no tiene cuantificado el costo de la reparación de los inmuebles, se ha determinado la clasificación de los mismos en daños a la herencia histórica, que incluye Rutas de Evangelización; daños a la Pastoral de Turismo, donde con los templos destruidos peligran la promoción, historia y prácticas religiosas de gran afluencia y por ende la subsistencia de las poblaciones aledañas; falta de Servicios Sacramentales; repercusión en usos y costumbres de una comunidad y Pérdida del Espacio Común de las comunidades.
Aún no logra determinarse el tiempo que durará la recuperación de los inmuebles dañados, sin embargo se ha determinado la participación tripartita para entre la CEM, Secretaría de Cultura y el INAH, para evaluar los objetivos, alcances y responsabilidades en la recuperación de estos lugares.