La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la CONANP, en colaboración con el Instituto de Ecología de la UNAM y con intervención de Bioconciencia A. C. y Pronatura A. C., alistan el primer santuario de murciélago en México.
Tras identificar 7 cuevas consideradas como “prioritarias” para la preservación de la especie, como la Cueva de la Boca, ubicada en Santiago, Nuevo León, que alberga una colonia de maternidad de 5 millones de murciélagos, los ambientalistas destacan que estos animales “incomprendidos”, desempeñan un papel fundamental para los ecosistemas del país.
Los murciélagos son aliados de la agricultura y de la población cercana a su hábitat, ya que representan la solución natural más eficiente para combatir grandes cantidades de insectos considerados como plagas agrícolas.
De hecho la Cueva de la Boca, ubicada a 36 km al sur de la Ciudad de Monterrey. Durante el verano alberga murciélagos de la especie Tadarida brasiliensis, que miden 9 cm de largo y 15 g de peso y que cumplen un papel vital en el control de plagas, pues se alimenta de insectos como las polilla.
En colaboración con expertos de @IEcologiaUNAM y de asociaciones civiles como @BioconcienciaMX y @Pronaturamexico, identificamos 7 cuevas clasificadas como prioritarias para la #Conservación de los #Murciélagos. #Entérate: https://t.co/fVN9lS4gc8 #ComunicadoCONANP 🦇🦇🦇 pic.twitter.com/dLKHOQxPV2
— CONANP (@CONANP_mx) 22 de enero de 2018
Este lugar es esencial para la salud ecológica de la región, pues se estima que 1 millón de murciélagos de esta especie llega a ingerir hasta 1 tonelada de insectos por noche. Además, este murciélago es fuente significativa de alimento de otras especies relevantes como los halcones peregrinos (Falco peregrinus).
El murciélago tipo Tadarida brasiliensis se encuentra en Texas, en el extremo norte de Coahuila, Chihuahua e incluso Sonora.
El Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Alejandro del Mazo Maza, reconoció la importancia de los servicios ecosistémicos que los murciélagos brindan a la nación y, dada la relevancia de la preservación de estas cuevas en su ciclo de vida, aseguró que éste será un tema prioritario en la agenda de conservación del presente año.
La Cueva de la Boca alguna vez albergó una de las colonias más grandes de esta especie en México, pero debido al vandalismo y a la falta de medidas de protección la población fue decreciendo.
En la década de los 90, esfuerzos binacionales entre Bat Conservation International (BCI) y el Programa de Conservación de Murciélagos de México (PCMM), permitieron el aumento de la población debido al cambio de percepción a través de programas de educación ambiental de largo plazo.
En 2006, Pronatura A.C. compró el terreno para su resguardo y protección ambiental; sin embargo, las amenazas a la cueva y el cambio de uso de suelo han continuado.
Los murciélagos son eficientes e importantes prestadores de “servicios ecosistémicos”: los insectívoros son controladores de plagas que afectan los cultivos como el algodón y el maíz; los frugívoros dispersan semillas de los frutos que ingieren regenerando las selvas y ayudando a producir alimentos como zapotes y guayabas; los nectarívoros polinizan muchísimas especies de plantas, entre ellas algunas económicamente importantes como los agaves tequileros y mezcaleros; los carnívoros controlan poblaciones de roedores y reptiles.
De las 1300 especies de murciélagos que existen en el mundo, sólo 3 se alimentan de sangre y, debido a la falta de información, son poco apreciados y entendidos. “Los murciélagos son probablemente los animales que sufren de manera más injusta una mala imagen. Estos animales nos dan beneficios que tocan cada día de nuestras vidas”, enfatiza el Dr. Rodrigo Medellín, investigador experto en murciélagos del Instituto de Ecología de la UNAM.
En México se distribuyen 138 especies diferentes de murciélagos (el 10% de la diversidad mundial) de las cuales 38 se encuentran en alguna categoría de riesgo por la norma mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.