El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó nuevas reglas que deberán cumplir los proveedores de los partidos políticos, coaliciones y candidatos independientes, ello con el fin de cerrar el paso a las empresas fantasma o fachada.
De esta forma, las personas físicas o morales deberán estar registrados y al corriente ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT), quien no cumpla con este requisito o que aparezca como “contribuyente con operaciones presuntamente inexistentes o persona física o moral vinculada con operaciones con recursos de procedencia ilícita recursos” será dada de baja del Registro Nacional de Proveedores (RNP) del INE.
También serán causales de cancelación en el RNP cuando el SAT reporte al proveedor en estatus de suspensión de actividades o inicio de procedimiento de concurso mercantil.
Todos los proveedores de propaganda, transportes, asesorías, grupos musicales y demás insumos o servicios posibles durante las campañas -en las que se erogarán al menos 2 mil de millones de pesos en este 2018- deben inscribirse o refrendar su inscripción en el RNP.
En este marco, el presidente del INE, Lorenzo Cordova Vianello, dijo que son inaceptables los financiamientos paralelos.
“Porque ello rompe la lógica misma del juego democrático y vuelve a la política un juego sucio e indigno en donde la lucha por el poder, presuntamente justifica el recurso a cualquier tipo de treta y contribuye al grave y preocupante desprestigio y descrédito de la política y de la democracia que debería preocuparnos a todos. Porque abre la puerta a la dependencia de los partidos y de los gobiernos a los intereses particulares de quienes proveen esos recursos. Nadie hace aportaciones a la política y menos en grandes cantidades, pretendiendo hacer filantropía, sino que busca un beneficio a sus propios intereses”.
Cordova Vianello destacó que con estas reglas se busca cerrar el paso a la simulación en el financiamiento de la política y alertar al SAT para robustecer el “músculo fiscal del Estado” y evitar la evasión fiscal, pues hacer política “no tiene que ser visto como hacer tranza” ni como algo que “repele y asquea”.