Ingresar a un edificio en escombros, por un boquete de un metro y medio por dos metros, en medio de la oscuridad, donde lo primero que se respira es polvo, es impactante y aterrador.
Gustavo Lara, integrante de la delegación estatal de la Cruz Roja en Guanajuato, en particular del equipo de San Miguel de Allende, narró la experiencia a la que se enfrentó, en su primera misión de rescate de víctimas de un sismo.
“Impactante y aterrador, pero yo desde que llegué a la Ciudad de México es impresionante como la gente ayuda, la gente en todos lados con sus picos y sus palas, ofreciéndote comida de verdad es impresionante y te conmueve mucho. Entonces, mucha fuerza a los familiares de las personas que aún se encuentran adentro y esperemos que todavía sigan con vida”, remarcó.
Al acceder a lo que fue el cuarto piso del inmueble ubicado en la avenida Álvaro Obregón, en la Colonia Roma, pudo encontrar un zapato de hombre y una faja, lo que le hizo pensar pertenecieron a una persona que sigue en el lugar, pero sin vida.
Apenas hace un par de días viajó a la Ciudad de México, dispuesto a brindar ayuda en la búsqueda de personas sepultadas bajo toneladas de piedra y varilla.
Este jueves 21 de septiembre, fue su turno de entrar al edificio de Álvaro Obregón 286, con otros cinco compañeros.
Por las condiciones del terreno, la amenaza de lluvia y su complexión, fue el único que pudo acceder a lo que cree, fue parte del piso cuatro, donde en parte apuntaló la zona y solo con herramientas manuales, por el riesgo de colapso.
Al remover en parte el plafón con el que se topó, logró llegar a una zona de losetas, posiblemente el piso, donde pudo ver el zapato y la faja de alguien que podría estar muy cerca de allí, inerte.
“Y aparentemente estábamos sobre un plafón, aparentemente son oficinas, sobre un plafón, lo tratamos de quitar, llegamos a unas losetas y encontramos un zapato y una faja que aparentemente es de una persona que se encuentra ya sin vida”, agregó.
Explicó que la operación duró apenas media hora, pues la lluvia sobre los escombros carga más el peso, lo que aumenta las probabilidades de un derrumbe mayor.
Indicó que, como lo estiman las autoridades a cargo del operativo de salvamento en esa zona, es probable que en el inmueble aún queden 40 personas atrapadas, se desconoce si vivas o fallecidas.
Pero por el paso del tiempo, las posibilidades de encontrar a alguien con vida se reducen, admitió.
Dijo que en la zona de acceso, él y sus compañeros encontraron objetos como un ropero y otros enseres que pudieron haber estado en el techo del edificio aledaño, cuya parte superior también colapsó.