Reunida con casi tres mil estudiantes, maestros y líderes sociales en el Tec de Monterrey, Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014, expresó que “el odio es inaceptable“, cuándo le cuestionaron sobre el muro que busca edificar Donald Trump en la frontera entre México y Estados Unidos.
“El odio daña el corazón y no nos permite vivir una vida plena. Saquen el odio en contra de religiones o culturas”, exhortó la pakistaní de 20 años en medio del júbilo de los estudiantes del Tec.
“Cuando vemos que hay líderes ignorantes que no pueden entender el sufrimiento que pasa la gente. Hay razones muy difíciles por las que las personas dejan sus países y todos merecen el derecho a la educación y a vivir. Hay que pensar en ello y en todos como una sola comunidad”, enfatizó Malala.
“Yo soy musulmana y creo que la igualdad, en los derechos de la mujer y en la paz. Yo sé que en las redes sociales se escucha sobre el extremismo musulmán, pero soy una persona que cree en la paz.
“¿Por qué la división, por qué el odio en nombre de las nacionalidades, el color de piel? Hay cosas diferentes, pero la división, la discriminación no es correcta; el odio es inaceptable”, insistió al pedir comprensión en nombre de los refugiados del mundo.
“Hay razones muy difíciles por las que las personas dejan sus países y todos merecen el derecho a la educación y a vivir. Quizás tengamos diferentes culturas o color de piel, pero esa es la belleza, la diversidad”, dijo Malala.
Para la joven que ya no sueña con ser estadista ni la primera ministra de Pakistán, porque “las transformaciones se pueden lograr desde otras trincheras”; a la mención de la palabra “educación”, en su mente aparece “cambio”, y a la sola voz de la palabra “mujer” el equivalente en su entender es “poder”; México para Malala se resume, en una palabra: “hermoso”.
“Quizás tengamos diferentes culturas o color de piel, pero esa es la belleza de la diversidad”.
Acompañada en el viaje por su padre Ziauddin Yousafzai Malala pidió finalmente a los jóvenes de México “ponerse de pie” y “sacar el odio del corazón en contra de religiones o culturas”.
“A mi trataron de silenciarme, no funcionó; no soy tímida, sé qué debo levantar la voz”, finalizó.