Con base en los resultados del Informe de Organizaciones de Población Afrodescendiente de América Latina 2016, Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) advirtió que el racismo sigue siendo “un legado condenable a lo largo de toda nuestra región. Es por eso oportuno seguir impulsando los derechos de aquellos grupos que más exclusión, entre los que destacan las comunidades afrodescendientes”, enfatizó.
Por su parte, Angélica de la Peña, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, llamó al reconocimiento de una población que “desde hace 400 años ha sido víctima de una discriminación múltiple” y señaló que “se tiene que impulsar el reconocimiento de la población afrodescendiente y la creación de políticas públicas que garanticen plenamente sus derechos y su identidad”.
Al urgir al reconocimiento constitucional de las comunidades afrodescendientes, para que el Estado atienda sus necesidades básicas y facilite su acceso a derechos individuales y colectivos (“en el Senado hay tres iniciativas que persiguen este objetivo”), la titular del Conapred, Haas Paciuc, indicó que en México “hace falta lograr la igualdad y la inclusión de las poblaciones afrodescendientes”.
Otra de las acciones es la de “sin mantener y mejorar la pregunta sobre autoadscripción afrodescendiente en el Censo General de Población y Vivienda 2020; impulsar la formulación de políticas públicas y la asignación de recursos presupuestales para incorporar a estas comunidades al desarrollo, a la par de garantizar el ejercicio de sus derechos”.
Por último, el Conapred, demandó “la incidencia de las poblaciones afrodescendientes en la toma de decisiones del Estado”.