Empresarios y comerciantes establecidos de la zona centro de la Ciudad de México exigen que la Policía Federal y las instituciones de seguridad del gobierno de la República investiguen y erradiquen a los grupos de delincuencia organizada que los tienen sumidos en el horror.
Guillermo Gazal, presidente de Procentrhico, organización que agrupa a cientos de comercios formales, aseguró que la situación es más que caótica por los cobros ilícitos de derecho de piso, robos a todos los niveles, secuestros e incluso homicidios.
Dijo que ante la indiferencia de las autoridades locales, es urgente que la autoridad federal ponga fin a la ilegalidad de forma planeada y con inteligencia.
“Siempre y cuando sean civiles por el bien de todos nosotros porque vamos a hacer un polvorín, más que nada porque es el corazón de la república mexicana; una policía de dirección federal y que se metan al centro a investigar y a agarrar a los pillos, porque hay colonias en el centro donde están los pillos”, puntualizó.
El miedo es lo que priva entre aquellos que legalmente trabajan, entre los que pagan impuestos y dan trabajo a cientos de familias.
“Pavor, miedo, inquietudes, la gente está cerrada de la boca no la quiere abrir porque le cuesta secuestros o dinero (…) te doy las calles, Manuel Doblado, Bolivia, Colombia, Venezuela, Argentina, Perú, Venezuela, Peña y Peña, Brasil todas esas calles son de ellos (…) todas todas pagan derecho de piso”
La organización criminal la Unión de Tepito, a la que se le atribuyen decenas de homicidios, desplazamiento de líderes de comerciantes ambulantes, venta de droga y piratería, así como extorsiones, no es la única que convive y compite por el control del centro de la ciudad.
“Es la Unión de Tepito, los zetas, los Beltrán Leyva, La Familia Michoacana, la Unión, Cártel de Jalisco Nueva Generación, y los Caballeros Templarios, eso es lo que tenemos registrado nosotros con esta situación de las bandas que tenemos”, apuntó.
Las denuncias ciudadanas, quejas y manifestaciones han resultado insuficientes para erradicar la delincuencia; la autoridad sólo ha aplicado paliativos para mejorar la estadística criminal sin resultados sólidos y concretos, pues los grupos delictivos y su operación siguen vigentes.