En el 2018, las fuerzas políticas del país, incluso la izquierda y la derecha, pueden explorar la posibilidad de ir en alianza y conformar un gobierno de coalición, coincidieron en señalar el ex presidente del anterior Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg y el historiador Enrique Krauze.
Con sus respectivas reservas y matices, los especialistas recalcaron que el año entrante, el próximo Presidente tendrá algunas alternativas: o se queda con su minoría o genera negociaciones, acuerdos y hasta un “gabinete pactado” que le permitan gobernar.
“El próximo Presidente va a tener, al día siguiente de que gane, va a tener la posibilidad de quedarse encabezando un gobierno de minoría o de intentar construir un gobierno que tenga un respaldo mayoritario en el Congreso. ¿Cómo? Pues a través de las artes de la política, la negociación y el acuerdo; tendrá que hacer un programa de gobierno, un programa legislativo, seguramente pactar un gabinete”, apuntó Woldenberg Karakowsky.
Subrayó que el año entrante, los mexicanos enfrentarán momentos decisorios y deben estar listos, al igual que sus partidos políticos e instituciones, para adaptarse y para no cometer el error de “tirar al niño con todo y agua sucia”.
En particular, Krauze reiteró su postura a favor de un gobierno de izquierda ciudadano, liberal e independiente, aunque dijo ver “con buenos ojos” una alianza plural en la que participen el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
“Yo veo con buenos ojos la formación de una alianza para el año 2018, y creo que quienes en la izquierda y en el PAN, creen que las diferencias son irreconciliables, hablo en general de la izquierda, me parece que están siendo dogmáticos. Y hacen muy mal en ser dogmáticos porque si se ponen, de verdad sinceros, verán que hay muchas cosas en común. ¿De veras son irreconciliables nuestras posiciones? Claro que no”, apuntó Krauze Kleinbort.
Convocados a disertar sobre los desafíos del país para el 2018, por dirigentes de la corriente interna del Sol Azteca, Iniciativa Galileos, los ponentes también coincidieron en que el país, si se compara con un enfermo, presenta una serie de males graves que podrían catalogarse como un “cáncer” urgente de atender y que se concentran en la desigualdad, la corrupción, la violencia creciente y la falta de crecimiento económico.
En el tema donde las diferencias entre los invitados de los Galileos resultaron “irreconciliables”, fue en el destape que Krauze hizo de Woldenberg, como un posible aspirante a la Presidencia de la República.
Al momento de hablar sobre la posibilidad de un gobierno de coalición y de recordar el tweet que publicó después de las elecciones en el Estado de México, en el que manifestó que para 2018, su postura es: “no al corrupto” Partido Revolucionario Institucional (PRI), no al “mesianismo” del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), no al “inepto” PAN, pero sí a la izquierda ciudadana, liberal e independiente, Krauze señaló que si hubiese hablado del candidato, le habría puesto las iniciales “JW”.
“No dije ‘sí’ a un candidato ciudadano, liberal e independiente, porque entonces nada más valdría ponerle las iniciales JW y es José Woldenberg. Que por cierto, y como estamos aquí en familia, y estamos en una reunión de amigos, íntima, a quien me permito destapar”, comentario que generó las risas y aplausos de los asistentes.
“Para evitar malos entendidos, ¿no?, el destape por favor, no. Creo que estos asuntos hay que tratarlos con la suficiente seriedad, y yo no tengo ni la capacidad ni la disposición ni el ánimo y puedo seguir enumerando, como para una tarea de esa envergadura. De todas maneras, como sé que Enrique lo dijo de buena fe, se lo agradezco mucho”, pero la respuesta es: no, “ahí no hay nota”, atajó en tono serio el ex consejero electoral.
En sus distintas intervenciones, enfatizó que en el país es claro el desencanto de la ciudadanía hacia los gobernantes, los partidos políticos, el Ejecutivo, el Legislativo y otras instituciones; así como una cada vez más notoria fragmentación política, lo cual resulta preocupante.
Si en las elecciones federales del año entrante no se atiende esa problemática y avanzan la decepción en torno a los gobernantes y partidos y la fragmentación política, el siguiente mandatario solo será respaldado por una minoría y tendrá más dificultades para conducir al país y para impulsar reformas en el Congreso.
Recalcó que también han avanzado los intentos de “exorcizar” la diverdsidad y pluralidad política, lo que agravará la fragmentación anteriormente referida y que alcanza a la sociedad en su conjunto.
Calificó a la democracia mexicana como “embrionaria” y advirtió que si ésta sigue debilitándose y no se consolida en los siguientes comicios, será una “catástrofe” para el país.
Dejó en claro que los gobiernos de coalición, aunque la Constitución los prevé, son producto de una necesidad y no de la “virtud”, de modo que se trata de una figura obligada por las circunstancias que presenta el país.
En tanto, Krauze indicó que en 2018, lo más probable es que el PRI se lleve un severo “voto de castigo” por parte de la ciudadanía, molesta y desencantada por la violencia, corrupción, desigualdad y también por la falta de oportunidades económicas; y ante ese escenario, la opción de los gobiernos de coalición podría ser viable.
Aunque los intelectuales procuraron no referirse directamente a Andrés Manuel López Obrador, insistieron en que para una democracia frágil como la que priva en México, sería “mortal” que el autoritarismo y la demagogia se impongan.
Advirtieron que no habría cambio alguno en la realidad que se vive desde 1997 y décadas anteriores, si llega un Presidente que no busque hacer acuerdos ni negociar con las demás fuerzas políticas.