Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) establecidas en el sur y sureste del país serán exitosas, si las disposiciones regulatorias y económicas, así como los estímulos fiscales otorgadas a las entidades en que se encuentran, aplican del modo adecuado y “potencializan” sus ventajas naturales y regionales, planteó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
Los especialistas de ese organismo indicaron que el funcionamiento o fracaso de esas Zonas, dependerá de la debida combinación y ejecución de sus componentes regulatorios y económicos.
Indicaron que la regulación es crucial, puesto que brinda certidumbre jurídica a los inversionistas, autoridades y a todos los actores que intervienen en la implementación y administración de proyectos económicos, como los tres niveles de gobierno, los empresarios, asociaciones, cámaras empresariales y la sociedad civil.
En el estudio titulado “Experiencias Internacionales de las Zonas Económicas Especiales”, manifestaron que los elementos fiscales de apoyo a los proyectos a desarrollar son fundamentales para agilizar trámites administrativos, aduaneros y el cumplimiento de obligaciones fiscales.
A nivel regional, destacaron como puntos centrales el potencial geográfico de las distintas zonas; sus ventajas económicas y naturales; su infraestructura y vías de comunicación tanto terrestres como marítimas.
A esto se suma el grado de industrialización; la “vocación productiva” de cada región; la existencia previa de centros internacionales de negocios; el uso de recursos naturales; la capacidad en materia de servicios de almacenamiento, logística y exportación; así como el desarrollo de servicios turísticos.
Añadieron que si todos esos factores se combinan con una “adecuada interacción” de los elementos regulatorios y económicos, la probabilidad de éxito de las Zonas referidas será mayor.
Asimismo, las autoridades responsables del funcionamiento y supervisión de esos proyectos, deberán “rescatar las mejores experiencias internacionales e implementar esquemas exitosos, considerando el desarrollo socioeconómico y cultural de cada una de sus regiones, en las cuales se pretenda crear una ZEE”, plantearon.
De ese modo, externaron, podrían promover una mejora en las condiciones de vida de la población aledaña, desarrollo de la infraestructura local para servicios básicos, y estrategias de adaptación a los cambios en el entorno económico regional e internacional.
Recordaron que hasta el momento, las Zonas presentan posibilidades de interacción económica con más de 17 mil empresas registradas oficialmente, que tendrán acceso a un programa especial de financiamiento y pago extendido y flexible.
Subrayaron que la Comisión Intersecretarial de las Zonas Económicas Especiales ya aprobaron los dictámenes correspondientes a proyectos en Chiapas, Veracruz, Michoacán, Guerrero, Yucatán y Oaxaca, cuya viabilidad jurídica, económica, social y ambiental ha sido verificada.
Apuntaron que en una segunda fase, se avalarían Zonas en Campeche y Tabasco; y en una tercera, en Hidalgo y Puebla.