La Secretaría de la Defensa nacional (Sedena) informó que se han destruido 20 mil 389 armas de fuego de distintos calibres a los cárteles del crimen organizado.
Durante la ceremonia de Destrucción de Armamento, el general de División Diplomado de Estado Mayor, Gilberto Hernández Andreu, subsecretario de la Sedena, comentó que en el periodo del 24 al 31 de julio del presente año se destruyeron, en una primera acción, 17 mil 769 armas; mientas que en un segundo evento, se incineraron 2 mil 620.
Aseguró que las amas que más se han decomisado son rifles automáticos, semiautomáticos y ametralladoras Barret calibre 50, estas últimas consideradas de alto poder con la capacidad de atravesar blindaje de tanques.
“Debemos reconocer que una de las principales factores de riesgo que contribuyen al aumento de la violencia en el país son las armas de fuego en manos equivocadas, artefactos que son adquiridos de manera ilegal por grupos delictivos.
“Durante el presente semestre, en las 12 regiones de todo el país, del 24 al 31 de julio, se han llevado a cabo la destrucción de 9 mil 743 armas cortas y 8 mil 26 largas, dando un total de 17 mil 769, hoy nos sumamos a este logro con la destrucción de 986 armas cortas y mil 634 armas largas, resultando 2 mil 620 que serán inutilizadas en este acto, haciendo un total de 20 mil 389 armas a nivel nacional”, dijo el general.
Por su parte, Monte Alejandro Rubido García, titular de la Unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob), destacó que este armamento es utilizado para el tráfico de drogas así como para enfrentarse a las fuerzas del orden federal.
“Armas que son utilizadas para cometer delitos como tráfico de drogas, tráfico de personas, robo de combustible armas con las cuales la delincuencia se enfrenta a las Fuerzas de seguridad del estado Mexicano y armas qué sirven también para que entre ellos ajusten cuentas”, manifestó.
Este evento se realizó conforme a lo establecido en el procedimiento Sistemático de Operar para el Control, Destrucción y Aprovechamiento Lícito de las Armas de Fuego Decomisadas, las cuales fueron inspeccionadas, desorganizadas y cortadas, para dar certeza y confianza a la sociedad de que el armamento perdió plenamente las características y particularidades para las que fue fabricado.