El sacerdote José Miguel Machorro quien fue atacado en el altar mayor de la Catedral Metropolitana en mayo pasado, cuando un sujeto lo apuñaló en varias ocasiones, se encuentra nuevamente afectado de gravedad en su salud luego de tener una aparente mejoría.
Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, informó en entrevista radiofónica la mañana de este lunes que si bien se consideró trasladarlo a la Ciudad de México para recibir atención médica, en Tehuacán, Puebla, se les indicó a sus familiares que no es una opción viable debido a la debilidad que presenta y lo delicado de su condición.
“Estamos muy preocupados porque a partir del viernes pasado empezó un empeoramiento después de un momento muy bueno, prácticamente un mes de recuperación en casa de su mamá y de pronto otra vez recayó y lo tuvieron que llevar al hospital”, dijo.
“Tiene una infección intestinal que lo tiene muy debilitado y que no viene reaccionando bien al tratamiento y también una afección muy fuerte a nivel renal, entonces el cuadro es verdaderamente complejo; hemos estado en contacto con la familia del Padre porque sí están muy preocupados porque ven una situación muy grave, tanto que no es recomendable que se traslade a la Ciudad de México por lo débil que está, los médicos temen que en el traslado pueda fallecer, es un riesgo muy grave por lo que no se ha tomado la determinación”, añadió.