El dueño de los perros pitbull que atacaron y mataron a una niña de tres el pasado miércoles, quedó en libertad bajo reservas de ley, ya que el Ministerio Público consideró como “hecho no flagrante”.
Sin embargo, la Procuraduría de Justicia capitalina informó que continuará con las investigaciones del caso, en el que tampoco se fincó responsabilidad a los padres de la menor.
De acuerdo con el dictamen de necropsia del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), las causas físicas de la muerte de la pequeña Sara fueron traumatismo craneoencefálico facial y de estructuras anatómicas del cuello.
Es decir, la víctima, sufrió mordeduras en el rostro y la cabeza, así como en cuello, lesiones que le provocaron la muerte de manera instantánea.
Autoridades capitalinas informaron que los animales continúan en el Centro de Control Canino de la delegación Coyoacán, donde son evaluados, respecto a su agresividad por veterinarios de la Brigada de Vigilancia Animal de la Policía y especialistas de la Procuraduría capitalina.
El dictamen será entregado al agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Coyoacán, quien decidirá si los canes son entregados a su dueño o se les da otro destino.
El fallecimiento de la niña ocurrió el miércoles pasado en un domicilio ubicado en la calle Museo, colonia San Pablo Tepetlapa, delegación Coyoacán, donde la menor salió de su vivienda y se encontró con los canes sueltos en el patio.
@amarilloalarcon