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En vacaciones, una de las actividades recreativas más populares es la natación en hoteles, albercas públicas, balnearios, lagunas, canales de riego o presas; sin embargo, estas aguas estancadas representan un grave riesgo a la salud si están “mal cloradas o contaminadas”.
La amiba “Naegleria fowleri”, que habita en cuerpos de agua dulce, produce meningoencefalitis amebiana primaria, una enfermedad que puede provocar la muerte, advierte Matilde Mineko Shibayama Salas, investigadora del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Deben tomarse medidas preventivas antes de realizar actividades acuáticas, tales como hacer caso de alertas sanitarias y revisar que en las albercas no exista materia orgánica en las orillas, sinónimo de una mala limpieza del lugar”, enfatizó.
El patógeno Naegleria fowleri es una amiba de vida libre que habita en cuerpos de agua dulce templados y que al ingresar por la nariz puede dirigirse al cerebro donde provoca inflamación muy intensa.
La meningoencefalitis provoca síntomas neurológicos graves que se acompañan con fiebre elevada, vómito en proyectil, fotofobia, y convulsiones que pueden desembocar en un estado de coma que conlleva a la muerte del paciente en un periodo aproximado de 7 a 10 días a partir de presentar los primeros síntomas.
“Todos los casos registrados de meningoencefalitis coinciden con antecedentes de natación en cuerpos de agua dulce contaminados con este microorganismo.
La investigadora del Cinvestav comentó que el tratamiento para la amiba Naegleria fowleri es un antifúngico llamado Amfotericina B el cual no es específico para esta amiba, por lo que se requiere desarrollar un fármaco que afecte directamente al patógeno.
Por ello, desde hace más de dos décadas esta amiba ha sido estudiada y se han podido comprobar los mecanismos por los que el patógeno pasa de la cavidad nasal a los bulbos olfatorios, donde produce ruptura del parénquima cerebral acompañado de una intensa reacción inflamatoria que desemboca en la muerte del paciente.
Todo este daño se genera de manera muy rápida, por lo que el periodo de diagnóstico y tratamiento es muy reducido”, explicó la investigadora del Cinvestav.
A pesar de que en México el primer caso de afectación por la amiba Naegleria fowleri se reportó a finales de la década de 1970, la meningoencefalitis amibiana primaria se encuentra sub-diagnosticada, y los datos epidemiológicos no son del todo conocidos, por lo que en la actualidad aún existe mucho desconocimiento sobre esta enfermedad.