La bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República refrendó que no está dispuesta a avalar a un Fiscal Anticorrupción que no tenga autonomía y que no cuente con las atribuciones y facultades necesarias para combatir abiertamente los delitos cometidos al amparo del servicio público, advirtió el coordinador Fernando Herrera.
Al aseverar que si se concreta la intención del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de avalar el nombramiento en un periodo extraordinario sin que haya consenso, ese proceso resultará ser una simulación y la Fiscalía Anticorrupción será inoperante.
Herrera Ávila afirmó que su fracción no busca frenar ese nombramiento, sino garantizar que el fiscal en cuestión sea autónomo y así, pueda realizar sus funciones de manera decidida y efectiva.
Al señalar que es el Gobierno Federal el que no ha mostrado un compromiso serio con el combate a la corrupción, el legislador insistió en que un funcionario sin atribuciones no tendrá capacidad de acción.
“Nuestra apuesta ha sido siempre a favor de nombrar un fiscal anticorrupción, pero sostenemos que lo más importante es que esta figura cuente con atribuciones, facultades y autonomía verdaderas, para que su actuación no se preste a simulación o se convierta en un ente inoperante”, refrendó.
Recalcó que si los legisladores van a un periodo extraordinario sin que antes se hayan reunido las comisiones dictaminadoras el proceso será irregular.
Destacó que hasta el momento, las fracciones parlamentarias no han llegado a un acuerdo al respecto, y para generar tal consenso en torno al Fiscal Anticorrupción y otros temas pendientes en la agenda, planteó una serie de propuestas que incluyen la eliminación del “pase automático” del actual procurador General de la República, a Fiscal General.
Antes de avalar al fiscal, también debe reducirse el periodo en el encargo del Fiscal General; ampliar al menos a cinco años el tiempo en que permanecerán en el puesto los fiscales Anticorrupción y de Atención a Delitos Electorales.
Otra condición, indicó, será que el Senado sea el encargado de designar y remover a los fiscales especiales.
El Fiscal Anticorrupción deberá ser electo en “formato de parlamento abierto”; y se deberá rediseñar de manera integral el “Modelo de Procuración de Justicia”, con la participación del Senado y la sociedad civil.
Asimismo, indicó, es preciso que al nombramiento del encargado del combate a la corrupción, se sume el de los magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), encargados de sancionar a los servidores públicos y particulares que incurran en faltas administrativas graves, ello, a fin de que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) opere de manera eficiente.