La Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) debe aclarar si el ruido provocado por estudios geofísicos realizados por el método sísmico en zonas marítimas, está generando efectos negativos en la fauna, pidieron integrantes de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados.
Los diputados Rogerio Castro y Jesús Serrano, señalaron el incremento en la actividad humana en mares y océanos, como la realización de ejercicios, simulacros, investigaciones y estudios de tipo geofísico, alteran la vida en ese hábitat; sin embargo, la autoridad en la materia debe informar hasta qué grado.
Existe información, refirieron, respecto a que el ruido generado con la realización de estudios en los que se aplican técnicas sísmicas puede dañar la capacidad auditiva, los procesos de comunicación e incluso, las rutas migratorias de determinadas especies.
Los expertos de la Semarnat debe aclarar si esas actividades generan daño a la biodiversidad, y de ser así, deberían establecer restricciones e incluso prohibiciones.
Señalaron que el ruido producido por estudios geofísicos, el tráfico de embarcaciones, la instalación de estructuras petroleras o de infraestructura y la realización de ejercicios militares, de acuerdo a estudios científicos, pueden alterar las conductas de la fauna marina que habita las zonas en que esos fenómenos se registran.
Indicaron que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de acuerdo a la Convención sobre las Especies Migratorias 2008, se lanzaron advertencias sobre las afectaciones que provoca el ruido o “contaminación acústica” en los mares.
Se ha detectado, añadieron, que en las áreas aledañas al lugar donde se altera el hábitat marino, la pesca se ha reducido hasta en un 50 por ciento.
Los congresistas manifestaron que fenómenos entre los que figuran el varamiento atípico de mamíferos marinos; y la detección de hemorragias en distintos órganos de esas especies, hace pensar que fueron provocados por causas ajenas a su hábitat.
El análisis de la composición del fondo marino, el estudio del movimiento de placas tectónicas, la localización y explotación de fuentes de petróleo y gas natural, son parte de las acciones ejecutadas por los humanos que podrían estar dañando la salud y comportamientos de las especies referidas.
Apuntaron que la Ley General de Vida Silvestre contempla normas sobre la contaminación acústica, las cuales debería observarse al pie de la letra, a fin de evitar alteraciones a ese ecosistema.