La única sobreviviente de cinco personas que murieron envenenadas en un domicilio de la colonia San Jerónimo Lídice, delegación Magdalena Contreras, entre ellas, tres niños, no podrá ser detenida en virtud de un amparo que obtuvo de un Juez Federal.
Rosa María Cortés Espinosa, abuela de los menores, salió del hospital el lunes pasado donde permaneció internada sin que en ese momento la autoridad ministerial la requiriera para tomarle entrevista en torno a lo sucedido el pasado 6 de junio.
El Juez Cuarto de Distrito de Amparo Penal a través del juicio 540/2017, tramitado el 15 de junio, otorgó la suspensión de plano en contra de actos fuera del juicio la “detención ilegal de la quejosa”, “orden de detención”, para la mujer de 68 años.
En este sentido la autoridad ministerial informó al Juez de Amparo que se dio complimiento a la orden, por lo que al ser dada del centro hospitalario, la PGJ-CDMX notificó que la mujer no fue asegurada para presentarla ante el Ministerio Público.
“El efecto de dicha medida cautelar consistirá en que la quejosa dentro del término de 48 horas o en un plazo de 96, tratándose de delincuencia organizada, contadas a partir del momento de la detención, sea puesta en libertad o a disposición ante el órgano jurisdiccional correspondiente”.
“En cualquier caso distinto de los anteriores y en la detención por caso urgente, en los que el Ministerio Público restrinja la libertad de la quejosa, para el efecto de que sea puesta en inmediata libertad o a disposición ante la instancia judicial correspondiente”, refiere el expediente.
Sin embargo, la quejosa deberá presentarse en su oportunidad ante la fiscalía que lleva el caso de la muerte de su esposo Enrique, su hija Mireya y sus tres nietos, ya que existe un expediente de investigación abierto, para esclarecer el múltiple fallecimiento, considerado como un hecho suicida.