Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, declaró este lunes que las crisis económicas se convierten en crisis sociales, en las que se pone en riesgo el bienestar de las comunidades, y como ejemplo está Estados Unidos, nación que se ha descompuesto desde la crisis financiera de 2008.
Durante la conferencia magistral “Globalización en el mundo desarrollado”, organizada en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el economista afirmó que en Estados Unidos se han generado “enfermedades de la desesperación” tales como el alcoholismo, suicidio, adicciones y la disminución de la expectativa de vida.
Todos estos males sociales, comentó, son “síntoma de la inequidad de los ingresos”, según un comunicado de la Ibero.
Ante varios cientos de asistentes al Auditorio José Sánchez Villaseñor, Stiglitz enfatizó que la globalización ha despertado la animadversión de la población por la crítica constante a sus efectos y ha provocado el ascenso de personajes proteccionistas como Donald Trump y la derechista Marine Le Pen, en Francia.
El problema fue que las élites económicas y financieras enfatizaron que la globalización beneficiaría a todos al liberalizar el mercado, pues el crecimiento sería más rápido y las economías mundiales más estables, lo que claramente fue un error. Sin embargo, esta crisis de credibilidad originó la aparición de gobernantes sin políticas claras.
Comentó que en cualquier transacción comercial hay ganadores y perdedores, pero el tema central es aplicar políticas públicas para que desde ese entorno la mayoría acceda a los beneficios y tenga una mejor vida, claro está, siempre que los políticos encargados de hacerlas y aplicarlas busquen el desarrollo de sus comunidades.