La Comisión Permanente pidió al Gobierno de la Ciudad de México que fortalezca el diálogo para escuchar y atender las demandas de los vecinos de las colonias afectadas por la construcción de la Línea 7 del Metrobús.
En un punto de acuerdo, diputados y senadores solicitaron también al gobierno capitalino que informe sobre las acciones realizadas a partir de la suspensión de la obra decretada por un juez y el restablecimiento de las vialidades correspondientes.
Desde la tribuna, la senadora por el PAN, Mariana Gómez del Campo, expresó su preocupación por el impacto ecológico de la obra, toda vez que, aseguró, para esta construcción se derribarán 660 árboles.
La senadora panista advirtió que también se afectará la movilidad en el Paseo de la Reforma y resaltó que, antes de comenzar la obra, el gobierno capitalino debió escuchar a los vecinos afectados.
No obstante, la coordinadora del PRD, Dolores Padierna, resaltó que con la Línea 7 del Metrobús se sustituirá a 180 autobuses contaminantes, que serán reemplazados por 90 vehículos de doble piso, lo que permitirá reducir los gases contaminantes.
Dolores Padierna aclaró que la obra no afectará al medio ambiente, pues por cada árbol que sea derribado se plantarán 300 más, además de que, dijo, no se dañarán monumentos históricos.