Apenas con 450 mililitros de sangre se pueden salvar tres vidas, aunque sólo será posible si hay donantes, ya que en México sólo tres personas de cada 100 donan sangre de manera altruista, señaló Norma López Santiago, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Refirió que la forma más común de donación es “por reposición”: cuando un familiar, amigo o conocido la requiere para un tratamiento médico por enfermedad, accidente o parto.
En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, que se conmemora este 14 de junio, dijo que existen múltiples factores que generan la baja donación altruista, como la desconfianza hacia algunas instituciones de salud, “pero el desinterés es quizá lo que más incide, pues no hay conciencia preventiva entre nuestra población.”
Recordó que actualmente siguen siendo estrictas las medidas de seguridad para la donación de sangre, mismas que fueron implementadas desde mediados de los años 80 por la aparición del VIH-Sida.
Desde entonces, y con las regulaciones a las leyes en materia de salud en México, ya no se paga por donar sangre y su análisis es obligatorio antes de que llegue al banco.
A un donante, sea altruista o de reposición, se le aplica una encuesta de conducta para analizar el riesgo; posteriormente, un médico hace una entrevista de salud, y si la persona es apta, se permite la donación.
Antes de ser llevada al banco, a la sangre se le practica una biometría hemática o análisis completo para detectar si está libre de enfermedades infecciosas como VIH-sida o hepatitis B o C, entre otras.
López Santiago mencionó que alguien con tatuajes o perforaciones puede ser donador si el último tatuaje o piercing tiene un año o más, a fin de detectar si hay alguna infección.
Finalmente, hizo un llamado a la sociedad para que donen de forma altruista y siempre haya sangre disponible para quien la necesite por transfusión, parto o por un accidente que ponga en riesgo la vida.