El presidente Donald Trump no planea reemplazar a Roberta Jacobson, como embajadora de Estados Unidos en México y quien fue nominada por Barack Obama, informó este martes el Departamento de Estado.
“Roberta Jacobson es la embajadora ideal para México ahora mismo, y no hay ningún plan de cambiarla en este momento”, declaró el secretario de Estado adjunto estadunidense para Latinoamérica en funciones, Francisco Palmieri, durante la Conferencia de las Américas que se celebra anualmente en el Departamento de Estado.
Palmieri respondió a una pregunta sobre si Trump tenía intenciones de nominar a un embajador para México que sustituyera a Jacobson, quien está al frente de la legación estadunidense en la capital mexicana desde mediados de 2016.
“Ella se va a quedar en su puesto, puede mantenerse ahí mientras lo desee el presidente, y va a permanecer en su cargo”, garantizó Palmieri.
La actual encargada de la embajada estadunidense “está haciendo un trabajo excelente para ayudarnos a entender las oportunidades en México”, añadió el funcionario.
“No creo que tengamos a una persona más cualificada en el Departamento de Estado que entienda México, que conozca México tanto como ella. Estamos apoyándonos en ella y su embajada para ayudarnos a gestionar y guiar nuestra amplia relación con México en este periodo. Es una persona clave para ayudarnos a hacerlo”, agregó.
Jacobson se mantendrá, por tanto, en la complicada tarea de encauzar las relaciones con el Gobierno de Enrique Peña Nieto, tensadas desde la llegada al poder de Trump debido a su discurso antiinmigrante y su proyecto de construir un muro en la frontera común, entre otros temas.
Palmieri dijo que la relación con México es “robusta y amplia”, y que en la medida en que existen diferencias, ambos países las manejan “como aliados y amigos, de forma abierta, transparente y con respeto mutuo”.
Jacobson, que ocupó el cargo que ahora tiene Palmieri, como encargada del Departamento de Estado para Latinoamérica entre 2011 y 2016, fue nominada por Obama para ser embajadora en México en junio de 2015 y confirmada por el Senado en abril de 2016.
La diplomática es la primera mujer de la historia de Estados Unidos en dirigir la embajada en México, un país que conoce bien gracias a que entre 2002 y 2007 dirigió la Oficina de Asuntos Mexicanos en el Departamento de Estado, y luego fue subsecretaria para México y Canadá hasta 2010.