Luego de que la última referencia del paradero de los militantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya fue un campo militar, a 10 años de su desaparición, familiares y defensores de los detenidos desaparecidos políticos protestaron ante la Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PGR.
Con la presencia de Nora Cortiñas, presidenta y fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina, integrantes del Comité Cerezo y de su agrupación “Hasta Encontrarlos“, Nadine Reyes y Margarita Cruz Sánchez, familiares de los eperristas, criticaron que las autoridades no han investigado ni castigado a los responsables de la desaparición de los rebeldes.
“Siguen en la impunidad”, empezando por el presidente de aquel entonces, Felipe Calderón Hinojosa; así como el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, además de otros uniformados y funcionarios involucrados por omisión al no investigar los hechos”, apuntaron.
“A la Fiscalía de personas desaparecidas, le corresponde encontrar y localizar a nuestros familiares porque desde hace tres años existe una resolución judicial histórica (en beneficio de Reyes y Cruz) que exigimos asuma para que sea acatada”, dijeron.
La madre argentina Nora Cortiñas también expresó a las puertas de la Fiscalía mexicana la preocupación de los movimientos libertarios de América por los más de 100 asesinatos de periodistas mexicanos registrados también en la última década; y reclamó la desaparición de estudiantes y maestros en territorio mexicano.
“Aquí estamos las madres para decir ¡nunca más! A la represión, a la tortura y a la desaparición de personas. Esperamos que ya pare esta sed de crímenes que nos sigue año tras años a los pueblos de América Latina”, expresó la psicóloga social y con varios doctorados honoris causa en su país y el extranjero; nacida en 1930 en Buenos Aires, Argentina y quien, al igual que muchos de los familiares presentes está tarde en la Fiscalía, tampoco ha vuelto a ver a su hijo Carlos Gustavo Cortiñas, militante del partido peronista y trabajador del censo cuando fue detenido por soldados argentinos en 1977.
“La desaparición forzada denigra a la humanidad, es un crimen de crímenes que priva a la persona de todos sus derechos, principalmente, el ver a su familia”, señaló Cortiñas.
En México, “el balance de la última década es muy negativo porque no hay verdad y aunque él muy pocos procesos se ha sabido qué pasó con los desaparecidos, no ha habido justicia”, alertó Héctor Cerezo.
Desde el 2006, “la desaparición como estrategia de control social no repara si luchas o no luchas política o socialmente”, agregó Héctor Cerezo; “desde hace una década también se empezó a usar la desaparición contra los migrantes para extorsionarlos, contra los jóvenes para reclutarlos de manera forzada en la delincuencia organizada o en contra de niñas y mujeres para explotarlas dentro de la trata”.
El Comité Cerezo resalta que “en una medida desesperada”, los familiares “están haciendo búsquedas por la inacción del Estado”; pero, advierte que en en algunos Estados los nuevos gobiernos hasta dan mapas y rutas para que escarben en las fosas clandestinas y una vez que encuentran montones de restos humanos la falta de identificación de los hallazgos revictimiza a los familiares de los desaparecidos.
La búsqueda y la investigación deben ir de la mano, insistió Nadine Reyes al señalar que aunque encuentren a sus familiares en huesos, se tiene que castigar a los responsables.
“Mi padre tenía 55 años cuando fue víctima de desaparición forzada; yo tenía 24 cuando él desapareció. Al igual que la vida de todos los familiares que algún ser querido que ha sido víctima de este crimen, la vida cambia. La necesidad de saber dónde está te saca a las calles a exigir la presentación con vida de tus familiares”, finalizó Nadine Reyes.
El próximo martes 30 de mayo a las 10 de la mañana, los familiares de desaparecidos anunciaron que van a marchar de la Secretaría de Gobernación a la Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PGR.