En medio del periodo de receso en el Congreso de la Unión, durante el cual la Comisión Permanente sesiona solo una vez a la semana, igual que sus tres comisiones de trabajo, representa “tiempos muertos” que se desaprovechan.
Durante los recesos de verano, que abarcan del mes de mayo a septiembre; y de invierno, del 15 de diciembre a febrero del siguiente año, la atención de los legisladores se centra en asunto ajenos, y en casos como el 2017, en temas electorales, reconocieron el coordinador de la bancada del Movimiento Ciudadano (MC), Clemente Castañeda y el vicecoordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano.
Los legisladores señalaron que los plazos de receso se podrían acortar o aprovecharse para realizar periodos extraordinarios a fin de desahogar pendientes que no pudieron salir adelante durante el trabajo ordinario, pero para que ello ocurra, hace falta voluntad política de todas las fracciones parlamentarias.
“Nosotros estamos en la mejor disposición de que vayamos a un periodo extraordinario o a más de un periodo extraordinario para discutir temas que ya queden listos. Lo de desaparición forzada, las comisiones unidas de Justicia y Derechos Humanos deberían dictaminarla pronto y que quede lista para que en cuanto estemos en condiciones ir a un periodo extraordinario para sacarla adelante. Los recesos son como vacaciones legislativas, si se puede decir de esa manera”, indicó Zambrano.
En particular, el diputado Castañeda Hoeflich recordó que su fracción parlamentaria presentó hace meses una iniciativa para acortar los recesos en el Congreso y ampliar los periodos de trabajo ordinario, sin embargo, no prosperó.
“Tenemos una iniciativa, ustedes recordarán, una iniciativa que presentamos hace más de un año para disminuir el periodo de receso del Congreso y ampliar los periodos ordinarios de la Cámara”, indicó.
“Nosotros seguimos creyendo que el periodo de cuatro meses es amplísimo y que debería reducirse sensiblemente. Me parece que con un receso de un mes o incluso desaparecer el receso, le haría muy bien a la productividad legislativa para no estar, como ustedes lo pueden atestiguar, el último día queriendo sacar una serie de dictámenes, muchos de los cuales son verdaderamente intrascendentes”, apuntó el coordinador del MC.
A ese pronunciamiento se sumó la coordinadora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Rocío Nahle, quien coincidió en que el Congreso debería laborar permanentemente.
Esto, a fin de que todas las propuestas presentadas por los congresistas o los temas a discutir se analicen con tiempo, a fondo y se aprueben o se desechen, sin estar sujetos a decisiones de otro tipo, como el interés de cada fracción parlamentaria o los asuntos electorales, como actualmente ocurre.
Durante la LXIII Legislatura, en los dos recesos de primavera-verano que se han llevado a cabo hasta el momento, el trabajo de la Comisión Permanente se desarrolla en la sede del Senado de la República, por lo que las instalaciones de San Lázaro estarán prácticamente desiertas hasta mediados de agosto próximo.
Para el receso de invierno, la Comisión Permanente del Congreso se instalará en el Palacio Legislativo de San Lázaro, pero como marca el reglamento, solo se realizan reuniones una vez a la semana, y las labores se suspenden con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.