AUDIOS: Deborah, hermana de David Ramírez
La omisión y falta de compromiso por parte de las autoridades, llevaron a los familiares de los jóvenes David y Miguel, quienes fueron secuestrados en 2012, hasta las instalaciones del Senado, donde reclamaron el apoyo de los legisladores para que este caso pueda ser atendido.
Impotencia, enojo, hartazgo. Palabras de este tipo sobran para describir el semblante de las personas que han enfrentado el tortuoso camino de la búsqueda, ya no sólo de sus familiares, sino también de ayuda por parte de las autoridades.
Este es el caso de Deborah, hermana de David Ramírez, quien junto con Miguel fue secuestrado hace más de cinco años en el estado de Guerrero, cuando viajaban con destino a Zihuatanejo.
Deborah tuvo que interrumpir el pasado viernes la inauguración de un seminario celebrado en la Cámara Alta para poder exponer su caso y exhibir la falta de compromiso de la Procuraduría General de la República y la Policía Federal.
Ante la presencia del vicecoordinador político del PT, Miguel Barbosa Huerta, relató que, a pesar de que se tiene perfectamente ubicado al autor del secuestro, hasta el momento las autoridades no han hecho nada.
La hermana de David ha pedido ayuda incluso a las Fuerzas Armadas, sin obtener respuesta alguna, pero también a la Policía Federal, que -según relató- mostró nula eficacia en sus “operativos” y cambió la investigación que los propios familiares tuvieron que realizar.
El hartazgo en Deborah quedó de manifiesto cuando explicó que ni si quiera se ha podido emplear la tecnología en este caso, ya que las autoridades han argumentado que no tienen Internet.
Tras escuchar atento las exigencias de apoyo, el senador Miguel Barbosa se comprometió a presentar un punto de acuerdo ante el pleno de la Cámara Alta para solicitar a las autoridades que resuelvan este caso.
Mientras tanto, las cifras sobre desapariciones de personas y fosas clandestinas en nuestro país están alcanzando niveles alarmantes.
Y es que, de acuerdo con cifras de la CNDH, en los últimos 10 años se han contabilizado 855 fosas clandestinas en 18 entidades del país, de las que se exhumaron mil 548 cuerpos.
Por lo pronto, en el Senado de la República continúa entrampado el dictamen sobre la Ley de Desaparición, a tan sólo unos días de que concluya el periodo de sesiones.