El cardenal Norberto Rivera Carrera presidió este viernes la liturgia de la pasión de Cristo y la adoración de la Cruz en la catedral de la Ciudad de México.
Durante la ceremonia, el arzobispo primado de México y los feligreses oraron por los jefes de Estado para que tomen decisiones que inspiren el bien común en un ambiente de paz y libertad.
En su homilía, el jerarca católico aseveró que la violencia logró ser vencida por el perdón de la cruz.
Más adelante, Rivera Carrera manifestó que la cruz siempre será el signo del tormento, del dolor y de los sufrimientos de Cristo, por ello, dijo que debe despertar sentimientos de arrepentimiento y de compasión.