Al asegurar que México se encuentra a la saga en materia de libertad religiosa, la Arquidiócesis Primada de México pidió revisar la Ley de Asociación Religiosa, ya que somete a los ministros de culto para ponerlos en una condición infame y lesiva al prohibir su legítimo derecho de asociación.
En el editorial del semanario Desde la Fe, la jerarquía católica señaló que “los absurdos preceptos, fruto podrido de laicismo, consideran “justo” privar, a ciudadanos mexicanos que han optado por un ministerio, del derecho de opinión, arrinconándolos y etiquetándolos más abajo que ciudadanos de segunda.
Indicó que a pesar de que se ha vendido la idea de gozar de un régimen de libertades y respeto de la pluralidad, la verdad es otra, toda vez que en México se vulneran los derechos humanos de los ministros de culto.
La Arquidiócesis destacó que el panorama está listo para debatir en los temas pendientes de libertad religiosa; sin embargo, la condición necesaria es el diálogo con legisladores y políticos convencidos del auténtico Estado laico.
Agregó que sólo se dialoga con gente racional y capaz de aceptar el reconocimiento más amplio del derecho fundamental de libertad religiosa y sus implicaciones. Sentarse con laicistas energúmenos y fanáticos sería inútil y estéril.
Más adelante, aseveró que México vive una condición hipócrita al atentar contra el justo derecho de los padres para que sus hijos reciban educación religiosa en las escuelas. Y es hipócrita porque la ideología de género y lobby gay pretenden introducir en las aulas ideas nocivas y contrarias a las convicciones de millones en desacuerdo con esta imposición ideológica.
Al respecto, durante la homilía de este domingo en la Catedral Metropolitana, los feligreses oraron por los gobernantes y legisladores para que recuerden que el fundamento de la familia es la unión entre el hombre y la mujer.
Del mismo modo, la jerarquía católica subrayó que en este país no existen garantías para lograr la educación integral y libre conforme al derecho de los padres de familia.
Finalmente, destacó que la legislación mexicana está asida al irracional argumento que dice que nadie puede oponerse a las leyes del país, incluso si éstas arremeten contra la vida y la dignidad de las personas.