La reportera Miroslava Breach Velducea fue asesinada la madrugada del jueves en Chihuahua, un crimen que despertó la indignación de sus colegas y organizaciones internacionales al ser el tercer asesinato de un periodista este mes en el país.
Breach, de 54 años y quien trabajaba para los diarios mexicanos “La Jornada” y el “Norte de Juárez”, fue encontrada sin vida en el interior de un vehículo “con múltiples impactos por proyectil de arma de fuego” en la cabeza, poco antes de las 07:00 horas informó la policía estatal en un comunicado.
Los presuntos responsables huyeron a bordo de un vehículo sedán color blanco, agregó sin más precisiones.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, dijo en conferencia de prensa que Breach tenía “un trabajo acumulado, persistente, de denuncia contra bandas criminales, de corrupción política y de otro tipo de información que afectaron intereses”, por lo que se investigarán todas esas líneas como posible móvil del asesinato.
El funcionario aseguró que los asesinos dejaron en el lugar del crimen un cartel con un “mensaje amenazante”, y comentó que “es claro que existe planeación bien hecha del crimen”.
De su lado, la fiscalía local aseguró una grabación de una cámara de vigilancia en la que se observa el momento del crimen.
Breach, originaria de Chihuahua, tenía una trayectoria de más de 20 años en medios impresos y electrónicos.
Durante su carrera cubrió temas de crimen organizado y narcotráfico en la zona serrana del estado de Chihuahua y cuestiones de corrupción en el gobierno estatal.
Una de sus últimas coberturas fue la del conflicto armado entre dos líderes del grupo delictivo “La Línea”, brazo armado del cártel de Juárez, quienes se enfrentaron en la zona central del estado.
Temor entre colegas
Periodistas de diversos medios de Chihuahua tomaron la tribuna del Congreso estatal para exigir a las autoridades el esclarecimiento del crimen y garantizar condiciones de seguridad para ejercer el periodismo.
“Me duele en el alma pensar que en cualquier momento un compañero, un amigo, sea asesinado por decir la verdad. Venimos aquí no con tintes políticos, somos reporteros y queremos justicia para nuestros compañeros asesinados”, manifestó el periodista César Ibarra.
La oficina en México de Naciones Unidas y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresaron en un comunicado “su consternación y repudio” por el asesinato de Breach.
“Las líneas de investigación deberán considerar no sólo la labor periodística, sino también la perspectiva de género, dados los riesgos específicos que las mujeres periodistas enfrentan, por el sólo hecho de ser mujeres”, indica el parte.
De su lado, la delegación de la Unión Europea en México, junto con las embajadas de Suiza y Noruega, pidieron a México “una investigación expedita con el fin de identificar y juzgar a los responsables”.
Con la muerte de Breach, asciende a tres el balance de periodistas asesinados en México desde principios de mes.
El domingo fue asesinado el también mexicano Ricardo Monlui Cabrera cuando salía, acompañado de su esposa y de su hijo, de un restaurante en el estado de Veracruz, considerado el más peligroso del país por organismos internacionales para el ejercicio del periodismo.
El 2 de marzo, el periodista Cecilio Pineda había sido ultimado a balazos en el estado de Guerrero.
En diciembre, otro reportero, Jesús Adrién Rodríguez, fue sido baleado frente a su domicilio en Chihuahua.
A principios de febrero, la organización Reporteros sin Fronteras denunció que México es el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo, con 99 comunicadores asesinados de 2000 a 2016.