Derechos humanos, una de las mayores aportaciones de la Constitución de 1917: Sedesol

Así lo dijo David Garay Maldonado, comisionado para la Transparencia en Chilpancingo.

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En el marco del Centenario de la Constitución, el abogado general y comisionado para la Transparencia de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), David Garay Maldonado, destacó que uno de los mayores aportes de los constituyentes de 1917 fueron las garantías individuales que más tarde transformaron los derechos humanos que hoy gozan los mexicanos.

Al moderar en Chilpancingo, Guerrero, el Foro Académico de Derechos Humanos y Acceso a los Derechos Sociales, Garay Maldonado comentó que mas allá del debate sobre revisar la Constitución, es necesario que todos los mexicanos la lean, a fin de conocer no sólo sus derechos sino sus obligaciones, para responder de mejor manera los retos que hoy se nos plantean como mexicanos.

El funcionario de Sedesol indicó que no hay mejor manera de celebrar la entrega de un ejemplar facsimilar de la Constitución de 1917 al gobierno de Guerrero, que con un foro académico que reúne a profesores y alumnos dedicados al estudio de los derechos humanos y sociales.

En ese sentido, el constitucionalista Alfredo Sánchez Castañeda, comentó que la Sedesol “está creando en el país otro tipo de derechos sociales, unos derechos sociales de segunda generación en el contexto mexicano; de la necesidad de falta de trabajo se crea Empleo Temporal, de la necesidad de una alimentación adecuada empieza a desarrollar el derecho a la alimentación a través de los Comedores Comunitarios”.

Por su parte, la maestra Violeta Carolina Parra, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales de Guerrero, puntualizó que, para el desarrollo integral de las familias, el trabajo conjunto entre ciudadanía y gobierno es fundamental para lograr programas sociales más efectivos, acercándole herramientas a la población para construir una sociedad más participativa.

Al final de las intervenciones, René Román Salazar, catedrático de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero, insistió en que no hay necesidad de una nueva Constitución, sino una obligación de cumplir con la norma.