La implementación de los juicios orales en la ciudad de México, permitió disminuir el tiempo de resolución de los procesos, en más de 83 por ciento, en comparación con los que se abordaban en el sistema de justicia escrita.
A partir de 2015, el Tribunal Superior de Justicia local implementó mecanismos de medición de los tiempos promedio de duración de los juicios por materia y sistema de justicia, lo que arrojó como resultado una disminución importante en los juicios orales.
Un diagnóstico del Poder Judicial capitalino, refiere que involucrarse en un proceso en materia civil en el sistema escrito equivalía a una inversión de tiempo de 374 días en promedio, es decir, poco más de un año.
Sin embargo, con el sistema de justicia oral, este tiempo se redujo a 156 días aproximadamente, equivalente a cinco meses en promedio.
Lo mismo sucede con los juicios familiares, donde anteriormente este tipo de conflictos legales requería de un tiempo promedio de 214 días, equivalente a siete meses.
Con la oralidad, el tiempo promedio que duran los juicios en esta materia es de 64 días, es decir, apenas dos meses y cuatro días.
En materia penal, un juicio en el sistema escrito o tradicional duraba como mínimo 156 días, y en la actualidad con los juicios orales, un proceso en esta materia llega a durar incluso 27 días, lo que significa una disminución de hasta 83 por ciento.