Sus padres y amistades poco sabían de lo que sentía y anhelaba Johana Berenice Manjarrez Pérez, madre del pequeño Joan, de seis años, cuyo cadáver fue localizado el viernes debajo de la cama de sus abuelos.
Ella, abandonó su hogar el lunes pasado y en una escueta nota, aseguró que regresaría por la tarde a explicar a su madre los motivos de su salida junto con su hijo. Hoy el cuerpo de del infante ha sido velado.
La muerte del estudiante de nivel básico, es todavía una incógnita; este sábado el personal forense entregó por la madrugada los restos de Joan a sus abuelos, sin dar una explicación concluyente de las casusas de su muerte.
El primer dictamen refiere de una congestión visceral generalizada, lo confirma que el cuerpo del infante se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Preliminarmente se supo que el pequeño no tiene lesiones producidas por algún arma, golpes o quemaduras, lo que descarta el síndrome del niño maltratado.
Los especialistas encargados de practicar los estudios de alto nivel científico pidieron 10 días más, para establecer con mayor precisión lo que provocó el fallecimiento.
Johana Berenice no ha sido localizada. Los detectives de la Procuraduría capitalina iniciaron su búsqueda, ya que es piza clave de las investigaciones para el esclarecimiento del caso.
De ella, sólo se supo que era una mujer depresiva a sus 21 años de edad y su principal fuente de ingreso económico hasta finales del año pasado era la venta de antojitos en inmediaciones del Mercado Hidalgo, en la colonia Doctores, muy cerca de su hogar.
El agente del Ministerio Público espera los dictámenes de necropsia que abonarán mayores indicios para determinar posibles responsabilidades.
Por lo pronto la carpeta de investigación CDI/FCH/CUH-8/UI-3SD/00692/02-2017, tiene incluidas las declaraciones de los abuelos del niño, así como la de otro familiar que halló el cuerpo debajo de la cama, producto del nauseabundo olor.
@amarilloalarcon