El líder izquierdista mexicano, Andrés Manuel López Obrador, podría suspender nuevos contratos de energía y revisar los ya existentes si gana las presidenciales de 2018, dijo uno de sus principales asesores, en una señal de que el izquierdista podría frenar una reforma que abrió el sector a privados.
López Obrador, quien encabeza las encuestas rumbo a los comicios de 2018, luchó contra la Reforma Energética promovida por el actual gobierno. Sin embargo, desde entonces ha suavizado su discurso y ha dicho que someterá la reforma a un referéndum antes de tomar una decisión.
En su más recientes discursos, el exjefe de gobierno de la Ciudad de México ha aprovechado el descontento con el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y el resentimiento de los mexicanos contra el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
Una victoria de López Obrador en 2018 podría complicar las relaciones de México con su principal socio de negocios, Estados Unidos, y con firmas petroleras de ese país como Exxon Mobil, que invirtió en México después de la reforma energética de 2013.
Si López Obrador gana la presidencia, mantendría en vigor los contratos de petróleo y gas ya firmados con productores privados siempre y cuando sean “buenos para la Nación”, pero no permitiría otros nuevos, dijo a Reuters su asesor Alfonso Romo.
“Eso de quitar por quitar, no”, dijo Romo, de 66 años, en su primera entrevista con medios extranjeros. “No sé si va a haber más, para ser muy sincero”, comentó.
La reforma energética ha llevado a un aumento agudo e impopular de los precios de la gasolina en México, a medida que se eliminan gradualmente los precios fijados por el Gobierno.
“Cuando el Estado mexicano toma una palabra, se tiene que cumplir. Hay que ver que (los contratos) están bien hechos”, dijo Romo. “Los vamos a revisar”, comentó.
México Olvidado
López Obrador eligió a Romo, un empresario dos veces competidor de los Juegos Olímpicos y quien dirige una importante casa de bolsa, como una forma de comunicarse con los mexicanos más prominentes que desde hace mucho desconfían de él.
“Yo siento que esta combinación de un sector empresarial responsable con este México olvidado podemos crear muchas oportunidades”, dijo Romo en su oficina en la norteña ciudad de Monterrey, rodeado de fotos de su familia y sus caballos.
Una victoria de López Obrador, quien fue segundo en las dos últimas elecciones, marcaría un cambio histórico hacia la izquierda en la segunda economía más grande de América Latina.
Romo, quien alguna vez fue dueño de una de las compañías de semillas más grandes del mundo pero perdió dinero y la vendió para pagar deudas, comentó que López Obrador ha sido injustamente comparado con Hugo Chávez, el exlíder de Venezuela.
Romo dijo que quería explicar a la comunidad empresarial que López Obrador, o AMLO como se le conoce popularmente, no buscaba perjudicarlos, sino que más bien iría contra aquellos que hicieron su fortuna indebidamente.
“No está peleado con la libertad individual”, dijo Romo, quien comparó a López Obrador con iconos políticos como el sudafricano Nelson Mandela y el ex presidente de Uruguay José Mujica.
Romo, quien cita a Winston Churchill y Napoleón como sus influencias, dijo que AMLO estaba comprometido a dirigir un gobierno austero con un banco central completamente independiente.
López Obrador ha apoyado a Peña Nieto en la defensa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte -un tratado comercial que Trump ha amenazado con romper- y prometió ampliar el acceso a la educación, aumentar los salarios y construir nuevas refinerías de petróleo.