Las autoridades electorales, administrativas y jurisdiccionales juegan un papel preponderante en la democracia, que no se agota en la realización efectiva de las elecciones, dijo la magistrada del Tribunal Electoral federal, Mónica Aralí Soto Fregoso.
La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) destacó que la experiencia demuestra que los procesos electorales son un instrumento para la integración de la representación política.
Sin embargo, añadió, no necesariamente logran la consagración de los ideales y postulados de una sociedad, basada en el respeto al Estado constitucional de derecho.
“La democracia, como forma de vida y de gobierno, requiere la construcción de una ciudadanía participativa, interesada en lo público que conozca y ejerza sus derechos, para lo cual también deben contribuir los órganos y las instituciones públicas”, aseveró Soto Fregoso.
La magistrada participó en la sesión La Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023 como eje de la cohesión social, en el marco del IV Seminario “Homenaje a Don Jesús Reyes Heroles. Tendencias Actuales de la Democracia en México”.
Expuso que al margen de que las autoridades electorales tengan como función la organización de las elecciones lo cierto es que su efectivo cumplimiento es insuficiente para estimar que una sociedad se ajusta a los estándares democráticos, delineados, constitucional y convencionalmente.
Subrayó que la intervención de las autoridades electorales “debe pugnar invariablemente por una cultura democrática arraigada en las bases de la tolerancia”.
Asimismo, continuó, en “el respeto a las posturas y derechos de las minorías, la participación activa, la realización de los ideales democráticos y la recuperación del espacio público por y para la ciudadanía”.
En este tenor, la magistrada electoral calificó como más que atinada la decisión del INE de impulsar la Estrategia Nacional de Cultura Cívica (ENCCÍVICA) 2017-2023.
Ello, subrayó, porque además de dar cumplimiento al mandato constitucional impuesto a esa autoridad también es producto de un ejercicio serio y ambicioso que busca impactar de manera decisiva en la sociedad.
“Esta es una noble tarea que nos va a permitir tener un enfoque diferente a dónde queremos llegar”, destacó.
Añadió que “si no conocemos, no sabemos cuáles son nuestros derechos, no sabemos ejercerlos y, en su caso, denunciar cuando no son respetados, por lo que no vamos a poder avanzar de una manera sustancial como una sociedad democrática a la que todos aspiramos”.