El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está en deuda con los mexicanos por las oportunidades que le ha dado a lo largo de su historia, consideró el coordinador de los diputados priistas, César Camacho Quiroz.
“El PRI es el partido histórico en México, pero no obstante sus años de existencia institucional, el PRI es el partido que ha entendido mejor las lecciones ciudadanas, ha aprendido más de las derrotas que de las victorias y es un partido en constante adaptación”, aseveró.
Al respecto, señaló que la “precandidatura de José Antonio Meade acredita un PRI abierto a la sociedad, un PRI que no se ensimisma y que sabe que sus militantes son su activo más grande, pero que sólo con el voto priista podríamos no ganar las elecciones”.
Por ello, Camacho Quiroz sostuvo que las dos tareas inmediatas parecen estar en el horizonte para los priistas: amacizar el voto de militantes y simpatizantes, que no ocurrirá en forma automática.
“José Antonio Meade, como ya está ocurriendo, debe ir al encuentro de ellos, de cada uno de nosotros para que lo asumamos, no porque es una decisión de un órgano partidario, sino porque su convicción les dice que es nuestro candidato, porque en su hoja de servicios hay muchos momentos en donde ha coadyuvado con causas que los priistas hemos enarbolado, esto es lo primero”.
En ese sentido, el líder parlamentario llamó a robustecer el voto priista e ir por el voto de los indecisos y de los que no militan en ningún partido, que es la inmensa mayoría de los mexicanos.
Aseveró que “más allá de qué partidos lo van a cobijar y lo van a impulsar, Meade tiene los suficientes atributos, credenciales, la preparación y el patriotismo, en su hoja de servicios llena de resultados, está la acreditación de que puede con este paquete”.
En entrevista, el legislador mexiquense sostuvo que adicionalmente a su pericia, a su versatilidad en el ámbito de la administración pública, el exsecretario de Estado ha acreditado no sólo dominio de las áreas, sino buenos resultados.
Afirmó que Meade Kuribreña encabezará una cruzada política y social, “en la que con un frente, de veras ciudadano. Un frente ciudadano, dada su condición de no militante, de ningún partido político”.