En la Cámara de Diputados, el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Carlos Ramírez, reconoció que el país tiene por delante grandes retos en materia de respeto a los derechos de las mujeres.
“Las desigualdades también están ahí, si se avanza con la rapidez que necesitamos para que las nuevas generaciones enfrenten realmente un mundo con mayor igualdad, algo no estamos haciendo en los tiempos y en la agenda. A los viejos rezagos tan graves como el acceso al ingreso que limita su autonomía, se suman problemas que tristemente caracterizan los tiempos actuales: la desaparición forzada de niños y adolescentes, la trata con fines de explotación sexual y laboral”.
Por su parte, al inaugurar la Segunda Conferencia Nacional de Legisladoras, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de San Lázaro, la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Laura Plascencia, anunció que el resultado de la reunión será la presentación de 32 reformas a códigos penales y civiles de todo el país, a fin de armonizarlos y hacerlos más garantes, de modo que cumplan el objetivo de velar por las garantías de las mexicanas.
“32 reformas a los códigos civiles, familiares o penales de cada entidad federativa, en esa armonización y hoy podemos decirles que lo que se van a llevar a cada uno de sus congresos locales es lo más avanzado y lo más garante en materia de derechos humanos de las mujeres para los códigos penales y civiles”, dijo la diputada, al dirigirse a las congresistas de los estados que forman parte de la Conferencia Nacional de Gobernadoras.
En su oportunidad, el diputado Ramírez Marín aseveró que nadie se opone al combate a la desigualdad, pero hay un enorme trecho entre el discurso y los hechos. Hay que borrar la brecha de la desigualdad de género, la brecha “entre el dicho y el hecho”, pidió.
Al plantear la problemática de mujeres y jóvenes que se embarazan, recalcó que los embarazos entre niñas y adolescentes son más frecuentes en comunidades menores a 100 mil habitantes, lo que refiere a factores de marginación y falta de acceso a la educación.
Recalcó que en México, el trabajo no remunerado recae entre las mujeres y es producto de patrones sociales que se reproducen a lo largo del país; esto obstaculiza el acceso de las mujeres a oportunidades laborales, y si ellas tienen trabajo, también le corresponden en mayor medida atender las labores del hogar.
Al referir a los prejuicios que pesan sobre las mujeres, dijo que se les juzga por no casarse, por no tener hijos. “No es demasiado mujer”, se dice.
Indicó que en el rezago en equidad de género se reproducen estereotipos, como ejemplo señaló que él mismo recae en esas conductas al “mandar besos” a una diputada que lo halaga; aunque no enviaría besos al gobernador de Yucatán, Rolando Zapata, aunque le propine halagos durante su participación en el evento, aclaró.
Otro ejemplo de la necesidad de pasar “del dicho al hecho”, agregó el presidente del Congreso de la Unión, radica en que todos los estados de la República tienen leyes en materia de derechos de las mujeres, pero solo 15 han publicado el reglamento, lo que hace inoperativos esos ordenamientos, lamentó.