La muerte de Adolfo Lagos, directivo de Televisa e Izzi, ocurrido presuntamente por error de uno de sus escoltas al accionar un arma de fuego, dañó la imagen del gremio de la seguridad privada, ya que se le etiquetó de forma negativa cuando la falla obedece a aspectos relacionados exclusivamente con la célula de protección o de trabajo, y su inexistente capacitación, aseguró Olga Espinosa de los Monteros, directora general de Organización Aztlán.
Explicó que los ejecutivos, llamados también “principales personas protegidas”, en muchas ocasiones desacatan los protocolos de seguridad o sugerencias y optan por alejar a sus escoltas, aun con las implicaciones que esto podría acarrear como el secuestro o el homicidio.
En el caso del ejecutivo Adolfo Lagos, señaló que las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia mexiquense, deben despejar toda duda y determinar si la falla radicó en los escoltas o la propia víctima.
“No sabemos ahí si fue una determinación del mismo principal o quien tiene a cargo esa célula de seguridad quien determinó que así se tenía que realizar la protección de la persona fallecida (en la autopista México-Tulancingo).
“También es importante decir que las principales personas protegidas deben de tener una educación para tener los dispositivos de seguridad, donde también deben de aceptar la parte de las sugerencias que les dan por parte de los encargados de seguridad”, afirmó.
En entrevista con MVS Noticias, la empresaria del ramo de seguridad privada a nivel nacional, consideró que la predominancia en los escoltas, contrapone el círculo de seguridad del propio ejecutivo y es muestra del desconocimiento del protocolo jurídico, operativo y de adiestramiento.
Explicó que empresas que son de giro distinto al ramo de la seguridad privada, conforman su propio equipo para estas tareas, y deja abierta la posibilidad de terribles fallas en la salvaguarda de las personas.
“La empresa directamente contrata a personal de seguridad, sin que provengan de una empresa de seguridad privada, sin que provengan de una corporación y ellos directamente los dan de alta en su empresa en su división de seguridad interna o patrimonial, ese pudo haber sido el caso con lo cual la responsabilidad directa del manejo de la seguridad es de la empresa directamente”, afirmó.
En ese sentido señaló que se sataniza a las compañías legalmente establecidas para el manejo de escoltas, guardias, y custodios, cuando en realidad la mayoría de casos donde se presentan fallas e incluso con resultados fatales, son empresas que contratan a personas para ese fin.
Sin embargo, quedan al margen de la capacitación en el marco legal, derechos humanos, organización táctica, así como el uso de armamento y tiro en un marco de defensa.
@amarilloalarcon