El Código de Ética de la Cámara de Diputados, vigente desde abril de 2016, hace más de un año, no se ha aplicado una sola vez, por lo que es momento de inaugurarlo con el caso de las diputadas priístas que lanzaron gritos homofóbicos al diputado del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Ariel Juárez, consideró el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Triana.
El también presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias en San Lázaro, agregó que hasta el momento, el Comité de Ética del recinto, tampoco ha tenido actividad de ningún tipo.
Aunque en su haber, existe solo una denuncia formal contra los co-presidentes de la Subcomisión de Examen Previo, por no abordar el tema de los juicios políticos contra Javier Duarte, esa solicitud ya quedó sin materia, pues el ex mandatario ya se encuentra en prisión, agregó.
“Esto ya tendría que estar actuando, sesionando el Comité de Ética, es lamentable que no esté sucediendo, trabajando al respecto. Y nosotros vamos a estar incisivos con el tema hasta que se aplique a rajatabla el Código de Conducta. No puede ser que sea letra muerta, cuando esta legislatura históricamente lo aprobó y además lo aprobó con el voto de todos los grupos parlamentarios, excepto MORENA y ahora no se está poniendo en práctica, me parece lamentable”, refrendó.
Señaló que las sanciones previstas en el Código, para conductas como las ejercidas por las integrantes de la bancada priísta y por el diputado de izquierda, van de la amonestación privada, la amonestación pública, la separación de comisiones del infractor e incluso el descuento de la dieta.
Para que estos procedimientos se realicen, puntualizó, es preciso que se presente una denuncia o queja formal, por parte de diputados o cualquier otro ciudadano, así como por las pruebas que confirmen los hechos.
El diputado Triana Tena también recriminó la “doble moral” con que se están conduciendo las diputadas del PRI, que intentaron negar haberle lanzado gritos homófobos al diputado Juárez Rodríguez.
Y el caso es el mismo de la fracción parlamentaria de MORENA, que exige sanción a las agresoras, cuando al momento de aprobar el Código de Ética, votó en contra.
Pese a ello y a que el diputado Ariel Juárez se ha labrado el apelativo de “dipu-porro”, ya que gran parte de sus intervenciones en Tribuna y en comisiones se caracterizan por estar llenas de calificativos despectivos, gritos e insultos, es preciso que las agresiones de las congresistas del Revolucionario Institucional, que tampoco son nuevas, tengan consecuencias.
“De hecho entre los diputados se le llama: el dipuporro, imagínense nada más cómo ha estado la cosa. Entonces no ha sido un comportamiento ejemplar de ninguna manera el que ha tenido él, es la persona menos calificada moralmente en la Cámara de Diputados para acusar de violaciones a otro compañero. Sin embargo, esto no justifica que este grupo de legisladoras priístas lo hayan insultado incluso con palabras que aluden a expresiones homófobas como sucedió”, refrendó el legislador.
Lo anterior, tras recordar que al momento de discutir el tema del patrimonio familiar del líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, integrantes de la bancada del PRI impidieron, con gritos e insultos, que el coordinador parlamentario Marko Cortés pudiese expresarse desde la Tribuna.
No solo eso, sino que le lanzaron improperios a él, a la presidenta saliente de la Cámara de Diputados, Guadalupe Murguía, y al propio Anaya Cortés, al que le dedicaron el polémico grito “¡ehhh, puto!”.