Durante la Cumbre Mundial de Líderes contra el Cáncer (WCLS por sus siglas en inglés), acordaron convocar a urbes con más de un millón de habitantes en el orbe a conformarse cómo “Ciudades Desafío”, donde estas localidades se comprometen a diseñar, planificar e implementar soluciones para el tratamiento del cáncer que permita “reducir las inequidades” en el acceso al cuidado de calidad del cáncer.
Cabe destacar que, hasta el momento, 4 ciudades del mundo han aceptado asumirse como “Ciudades Desafío”: Asunción (en Paraguay), Cali (en Colombia), Rangún (Myanmar) y a partir de noviembre de 2017 se suma Kumasi (Ghana).
Antwi Osei Assibey, alcalde de Kumasi, resaltó que no solo es una gran oportunidad para la nación africana buscar la reducción de la mortalidad al 25% en 2025; contó que asumirse como una Ciudad de aprendizaje para hallar las políticas efectivas que permitan reducir
Sanchia Aranda, presidenta de la Unión Internacional contra el Cáncer e impulsora de la nueva iniciativa de Desafío de Ciudades contra el Cáncer, subrayó que “54% de la población mundial vive en las urbes y se espera que la cifra se eleve al 66% en las próximas décadas. Las ciudades pueden ser actores globales para alcanzar objetivos globales y pueden tomar el liderazgo para mejorar la salud de sus ciudadanos”.
Subrayó que alrededor de 4 millones de personas no tienen acceso a buenos servicios médicos de atención al cáncer.
El Dr. Abelardo Meneses, director general del Instituto Nacional de Cancerología, reconoció las dificultades de hacer cambiar estilos de vida que se constituyen como factores de riesgos de contraer cáncer, como la falta de actividad física, comidas calóricas en abundancia o el tabaquismo.
Sin embargo, señaló que México tienen varias ciudades con más de un millón de habitantes y que se podrían incorporar a este reto urbes como Hermosillo o Querétaro.
Una vez echado a andar el programa integral de prevención y control de cáncer para continuar el censo de los enfermos de cáncer en Mérida, Guadalajara, Campeche, La Paz, Tijuana y Hermosillo; donde con el registro de base poblacional de la enfermedad, podrá conocer el tipo de tumores que suelen afectar a la población y la manera de atenderlos, apuntó su coordinador, Alejandro Mohar.
El registro en estás ciudades, respaldado con recursos del patronato y fundaciones, ha costado hasta el momento 8 millones de pesos por año; el costo anual por ciudad cuesta millón y medio.
Autoridades y expertos reunidos en la cumbre destacaron que “la voluntad política es la llave del cambio; los gobiernos deben entender el valioso papel que tiene para introducir políticas nacionales al tiempo que se realizan acciones a nivel de las urbes para potenciar los recursos”.