La comparecencia del titular de la Secretaría de Hacienda (SHCP) ante el Pleno de la Cámara de Diputados, que tuvo una duración de seis horas y 37 minutos, terminó con fotos, besos, abrazos y apapachos para el funcionario federal.
Aunque la presentación prevista desde las 10 de la mañana de este jueves 5 de octubre inició con una hora de retraso, porque la gran mayoría de los diputados llegaron tarde, Meade Kuribreña, que llevaba más de una hora esperando a los congresistas, entró al Salón de Sesiones en medio de aplausos.
Al recorrer el pasillo central del recinto, repartió saludos y sonrisas a los priistas que le hicieron valla y buscaban estrechar su mano o darle una palmada en la espalda.
Aunque se esperaban fuertes cuestionamientos al secretario, solo se registraron dos intentos de protesta de un par de diputados de izquierda que lo quisieron interpelar y le mostraron una pancarta que textualmente decía “Reformas estructurales = @México #sincrecimiento”.
Al final de la jornada, las ovaciones al responsable de la política hacendaria inundaron el Pleno, al igual que la repartición de abrazos, besos, reconocimientos, apretones de mano y fotos con él.
Afanoso, el coordinador de la bancada del Partido Nueva Alianza (PANAL), Luis Alfredo Valles, procuró aparecer en todas las gráficas con José Antonio Meade, al que abrazó en repetidas ocasiones.
Incluso los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), que hace semanas declararon la “guerra” al Ejecutivo, le sonrieron, le besaron, le abrazaron y posaron para las cámaras con él.
Lejos de ser tenso, el ambiente fue terso para el secretario que en 26 participaciones, prácticamente respondió a todas las preguntas formuladas en 50 intervenciones de integrantes de todos los partidos.
Los cuestionamientos de la oposición se centraron en el tema del manejo de los recursos para la reconstrucción y el elevado nivel de deuda del país.
Se preveía que los legisladores del PAN, que iniciaron la Legislatura a tambor batiente y con la espada desenvainada contra el Gobierno Federal y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentaran una postura retadora.
Sin embargo, el coordinador parlamentario, Marko Cortés, que se encargó de fijar el posicionamiento inicial, sorprendió al ondear, en sentido figurado, la bandera blanca de la paz y el diálogo con el Ejecutivo Federal.
Cortés Mendoza llamó a retomar la relación de respeto y colaboración entre la administración central y el Legislativo, a lo que Meade Kuribreña respondió en su mensaje final, que en México las cosas “van bien” y ambos Poderes de la Unión pueden “caminar juntos” para atender la reconstrucción y los retos del país.
Para cerrar la larga comparecencia, expresó su esperanza en seguir trabajando en coordinación.
Reconoció que el país tiene innegables retos de pobreza y desigualdad, y que puede y quiere crecer más.
No obstante, insistió en que la economía lleva 30 trimestres de crecimiento positivo; calificó como un logro importante el avance desde 2009 a la fecha e incluso aseveró que como pocas economías en el mundo, se han enfrentado graves coyunturas con buenos resultados.
Dijo que ningún otro país ha logrado, como México, sacar de la pobreza extrema a más de 2.2 millones de mexicanos; aunado a que se lograron reformas de las cuales hay que estar “orgullosos” porque son un gran “activo” a nivel interno y externo.
Aseveró que aun en una coyuntura tan complicada como los desastres naturales más recientes y con retos internacionales pronunciados, México crece y puede “voltear a ver” a otros países para “tenderles la mano”.